La humedad ocasionada por las persistentes lluvias que se han dejado sentir en la región reblandeció el techo y los muros de adobe de una antigua finca ubicada en el centro de la ciudad, en la que funcionaba un negocio de venta de gorditas, y la cual terminó por colapsarse la mañana de este sábado, donde la dueña del establecimiento y cuatro personas más resultaron lesionadas al haber sido sorprendidas por el derrumbe mientras desayunaban en la parte exterior.
De hecho, la propietaria del establecimiento, identificada como Sandra Martínez Chavarría, de 67 años de edad, resultó ser la más afectada, al haber presentado fractura expuesta de tibia a la altura del tobillo izquierdo y una herida de seis centímetros en la región parietal, además de heridas abrasivas en la mano izquierda y contusiones en distintas partes del cuerpo, por lo que fue trasladada para su atención al Hospital General del ISSSTE.
De los otros cuatro lesionados, que resultaron poli-contundidos, sólo dos ameritaron ser trasladados en busca de atención hospitalaria para una revisión de rutina, mientras que los otros dos solamente ameritaron recibir los primeros auxilios, de acuerdo con lo informado por el titular de la Dirección de Protección Civil y Bomberos, Jorge Luis Juárez Llanas.
El funcionario dio a conocer que el percance se registró apenas unos minutos antes de las 10 de la mañana en el negocio ubicado entre las calles Degollado y González Ortega sobre la avenida Hidalgo
Sobre las causas del derrumbe que se presentó en una buena pate de la finca que ocupa un tertreno de cuatro metros de ancho por cerca de 15 de largo, Juárez Llanas comentó que además de la humedad provocada por las lluvias que comenzaron a presentarse desde el viernes, un factor determinante fue la antigüedad de la construcción y el tipo de materiales utilizados en la misma, como son adobes de tierra y techo de madera, además de que en un terreno contiguo se encontraban en desarrollo trabajos de remodelación y construcción que incluían excavaciones para cimentación.
De hecho, comentó que las cuatro personas que fueron sorprendidas por el colapso mientras desayunaban, eran precisamente trabajadores de la construcción que laboraban en el lugar, en torno a una mesa colocada sobre la banqueta.