/ sábado 25 de febrero de 2023

La historia de amor de Waldo Paredes y Alfredo M. Zepeda, llevan 20 años juntos

Se casaron hace dos años, pero su historia inició hace cuatro lustros

El matrimonio de los empresarios laguneros Waldo Paredes y Alfredo M. Zepeda se dio el 27 de noviembre del 2021 en la ciudad de Parras de la Fuente, Coahuila.

Waldo recuerda que aquel matrimonio civil sello el compromiso que ambos decidieron hacer luego de cuatro lustros de relación, “Nuestra historia comenzó 20 años atrás. Nos conocimos por los negocios que tenían nuestros ex jefes. Él trabajaba para una joyería muy famosa en Torreón y yo para uno de los salones más reconocidos de toda la región”, dijo.

Destacó las cualidades de su pareja, “Alfredo siempre ha sido muy emprendedor, me gustaba la visión que siempre ha tenido en el negocio. Es una persona muy seria, responsable. Es una persona demasiado inteligente”.

“Yo por mi parte siempre he sido emprendedor, también he trabajado en algunos medios de comunicación escritos y cadenas televisoras y la radio. Coincidimos en muchos aspectos de la vida y teníamos proyectos a fines”.

“Decidimos comprometernos y como todas las parejas firmar nuestro convenio de matrimonio civil donde tenemos ante la sociedad, somos un matrimonio homparental para tener los mismos beneficios que cualquier pareja”.

Desde que están juntos, no han tenido limitaciones, aunque señaló que en pleno siglo XXI aún hay limitaciones para ciertos sectores de la población, “Con este contrato civil pudiéramos ejercer y tener los mismos derechos y obligaciones, pero nos brinda apoyo y reconocimiento si alguno de nosotros llegara a faltar no quede desprotegido como pasa en un matrimonio tradicional”.

Foto: Cortesía El Sol de La Laguna

“La de ambos, es una historia de compromisos”, dice, al tiempo que señala, “Es de metas cumplidas, de trabajo, de mucho amor, de compresión y de cariño y de apoyo mutuo. Yo admiro demasiado a Alfredo, no solo porque es una persona muy inteligente, noble, de familia, respetuosa y reconocida ante la sociedad. Él siempre lo comenta que igual me admira a mí, mi reconocimiento ante la sociedad. A veces las etiquetas de la sociedad son las que te limitan, pero hemos demostrado que somos una pareja bien cimentada”.

“Quiero reconocer y aplaudir a las leyes y la reformas que han avanzado. Agradezco la comunidad LGBTIQ+ que ha tenido este gran temple para que se nos respete y tengamos los mismos beneficios que el resto de la población, porque en algún momento fuimos discriminados y hoy podemos ver la igualdad y el compromiso y el papel que tenemos en la sociedad. Vamos cada vez marcando un precedente para tener derechos y obligaciones como cualquier individuo de la sociedad”.

Para esta pareja los matrimonios igualitarios son más que un beneficio, “Nos ha brindado la seguridad de tener en un ámbito legal, todo bien estipulado para que en nuestra vida adulta tener el respaldo lo que tuvimos y convivimos con una persona que persiguió los mismos ideales, los mismo objetivos de vida y en el momento en que alguno pudiera llegara a presentar la muerte para alguno de estos, resulta de gran protección tener los mismos beneficios de cualquier matrimonio”.

“Todo lo que esta asentado en la ley tiene obligaciones y responsabilidades, derechos y acuerdos. Esta ley nos ha beneficiado a tener el reconocimiento social ante toda la población. Existen limitaciones derivado de la cultura y muchas cosas en cuanto a la apertura social. Se tienen muchas restricciones, pero nos respalda civilmente como si fuera una relación común ante la sociedad con los mismos derechos de cualquier pareja”.

Desde la perspectiva de Alfredo y Waldo, ambos son emprendedores, empresarios, con negocios distintos. El esposo de Waldo, Alfredo M. Zepeda tiene una joyería donde se dedica la fabricación y reparación de artículos de oro y gemas.

Waldo por su parte tiene restaurantes y se dedica al área de la belleza con salones y peluquerías. Cada quien tiene sus negocios y en lo que respecta a la seguridad social, están dados de alta y constituidos de una manera formal y cada quien optó por tener servicios de gastos médicos mayores que les brinden protección pues no alcanzaron la ley del IMSS de 1997, porque empezamos a trabajar después.

Ellos decidieron invertir en fondos de ahorro para el retiro y están en sistemas de inversión diferentes.

En cuanto a las herencias, pensiones o créditos en este momento no han hecho nada de eso, pero el haberse casado les da los mismos derechos y obligaciones.

El matrimonio de los empresarios laguneros Waldo Paredes y Alfredo M. Zepeda se dio el 27 de noviembre del 2021 en la ciudad de Parras de la Fuente, Coahuila.

Waldo recuerda que aquel matrimonio civil sello el compromiso que ambos decidieron hacer luego de cuatro lustros de relación, “Nuestra historia comenzó 20 años atrás. Nos conocimos por los negocios que tenían nuestros ex jefes. Él trabajaba para una joyería muy famosa en Torreón y yo para uno de los salones más reconocidos de toda la región”, dijo.

Destacó las cualidades de su pareja, “Alfredo siempre ha sido muy emprendedor, me gustaba la visión que siempre ha tenido en el negocio. Es una persona muy seria, responsable. Es una persona demasiado inteligente”.

“Yo por mi parte siempre he sido emprendedor, también he trabajado en algunos medios de comunicación escritos y cadenas televisoras y la radio. Coincidimos en muchos aspectos de la vida y teníamos proyectos a fines”.

“Decidimos comprometernos y como todas las parejas firmar nuestro convenio de matrimonio civil donde tenemos ante la sociedad, somos un matrimonio homparental para tener los mismos beneficios que cualquier pareja”.

Desde que están juntos, no han tenido limitaciones, aunque señaló que en pleno siglo XXI aún hay limitaciones para ciertos sectores de la población, “Con este contrato civil pudiéramos ejercer y tener los mismos derechos y obligaciones, pero nos brinda apoyo y reconocimiento si alguno de nosotros llegara a faltar no quede desprotegido como pasa en un matrimonio tradicional”.

Foto: Cortesía El Sol de La Laguna

“La de ambos, es una historia de compromisos”, dice, al tiempo que señala, “Es de metas cumplidas, de trabajo, de mucho amor, de compresión y de cariño y de apoyo mutuo. Yo admiro demasiado a Alfredo, no solo porque es una persona muy inteligente, noble, de familia, respetuosa y reconocida ante la sociedad. Él siempre lo comenta que igual me admira a mí, mi reconocimiento ante la sociedad. A veces las etiquetas de la sociedad son las que te limitan, pero hemos demostrado que somos una pareja bien cimentada”.

“Quiero reconocer y aplaudir a las leyes y la reformas que han avanzado. Agradezco la comunidad LGBTIQ+ que ha tenido este gran temple para que se nos respete y tengamos los mismos beneficios que el resto de la población, porque en algún momento fuimos discriminados y hoy podemos ver la igualdad y el compromiso y el papel que tenemos en la sociedad. Vamos cada vez marcando un precedente para tener derechos y obligaciones como cualquier individuo de la sociedad”.

Para esta pareja los matrimonios igualitarios son más que un beneficio, “Nos ha brindado la seguridad de tener en un ámbito legal, todo bien estipulado para que en nuestra vida adulta tener el respaldo lo que tuvimos y convivimos con una persona que persiguió los mismos ideales, los mismo objetivos de vida y en el momento en que alguno pudiera llegara a presentar la muerte para alguno de estos, resulta de gran protección tener los mismos beneficios de cualquier matrimonio”.

“Todo lo que esta asentado en la ley tiene obligaciones y responsabilidades, derechos y acuerdos. Esta ley nos ha beneficiado a tener el reconocimiento social ante toda la población. Existen limitaciones derivado de la cultura y muchas cosas en cuanto a la apertura social. Se tienen muchas restricciones, pero nos respalda civilmente como si fuera una relación común ante la sociedad con los mismos derechos de cualquier pareja”.

Desde la perspectiva de Alfredo y Waldo, ambos son emprendedores, empresarios, con negocios distintos. El esposo de Waldo, Alfredo M. Zepeda tiene una joyería donde se dedica la fabricación y reparación de artículos de oro y gemas.

Waldo por su parte tiene restaurantes y se dedica al área de la belleza con salones y peluquerías. Cada quien tiene sus negocios y en lo que respecta a la seguridad social, están dados de alta y constituidos de una manera formal y cada quien optó por tener servicios de gastos médicos mayores que les brinden protección pues no alcanzaron la ley del IMSS de 1997, porque empezamos a trabajar después.

Ellos decidieron invertir en fondos de ahorro para el retiro y están en sistemas de inversión diferentes.

En cuanto a las herencias, pensiones o créditos en este momento no han hecho nada de eso, pero el haberse casado les da los mismos derechos y obligaciones.

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