/ miércoles 17 de marzo de 2021

En triciclo, traslada a su esposa para recibir vacuna contra el Covid-19

Él esperó toda la noche en el lugar donde podrían ser inoculados para apartar el lugar

Don Seferino Hurtado Hernández, de 75 años de edad, realizó un gran esfuerzo para acudir hasta el auditorio en el que él y su esposa, Galina Uribe, de 83 años de edad, recibieron la vacuna contra el Covid-19.

Fue por medio de redes sociales que este particular caso causó revuelo, puesto que Seferino tuvo que pedalear su unidad con Galina a bordo, quien sufre de párkinson y ya no puede moverse.

Todo ocurrió en el municipio de Celaya, Guanajuato, donde el matrimonio de 50 años de edad fue de los primeros beneficiados con el fármaco que previene enfermedad respiratoria grave por coronavirus.

De acuerdo con lo dado a conocer, Seferino acudió desde un día antes a “apartar” su lugar, esto con el fin de asegurarse por completo de que sería inoculado, junto a su esposa desde primera hora.

Él durmió ahí mismo y por la mañana, ya con personal de salud presente, acudió hasta su domicilio a por su esposa para volver a aguardar el tiempo necesario para recibir la primera dosis.

El suceso fue fotografiado por presentes, quienes mostraron a Don Seferino y a Doña Galina, a bordo del triciclo, en espera de la vacuna contra el Covid-19 al interior del Auditorio Francisco Eduardo Tresguerras.

Don Seferino Hurtado Hernández, de 75 años de edad, realizó un gran esfuerzo para acudir hasta el auditorio en el que él y su esposa, Galina Uribe, de 83 años de edad, recibieron la vacuna contra el Covid-19.

Fue por medio de redes sociales que este particular caso causó revuelo, puesto que Seferino tuvo que pedalear su unidad con Galina a bordo, quien sufre de párkinson y ya no puede moverse.

Todo ocurrió en el municipio de Celaya, Guanajuato, donde el matrimonio de 50 años de edad fue de los primeros beneficiados con el fármaco que previene enfermedad respiratoria grave por coronavirus.

De acuerdo con lo dado a conocer, Seferino acudió desde un día antes a “apartar” su lugar, esto con el fin de asegurarse por completo de que sería inoculado, junto a su esposa desde primera hora.

Él durmió ahí mismo y por la mañana, ya con personal de salud presente, acudió hasta su domicilio a por su esposa para volver a aguardar el tiempo necesario para recibir la primera dosis.

El suceso fue fotografiado por presentes, quienes mostraron a Don Seferino y a Doña Galina, a bordo del triciclo, en espera de la vacuna contra el Covid-19 al interior del Auditorio Francisco Eduardo Tresguerras.

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