/ lunes 28 de noviembre de 2022

Plugs, el juguete sexual que fue inventado por "cuestiones médicas"

Los dilatadores anales, mejor conocidos como plugs. Pero sabías que fueron creados por cuestiones médicas. Te contamos la historia de este peculiar artefacto.

Actualmente es más común que las parejas decidan abrirse y experimentar su sexualidad. Algunos se dedican a seguir nuevas dinámicas durante la intimidad, mientras que otros se aventuran con accesorios y artefactos. Uno de los más extraños son los dilatadores anales, mejor conocidos como plugs. Pero sabías que fueron creados por cuestiones médicas. Te contamos la historia de este peculiar artefacto.

Hay que entender que hubo un tiempo donde parecía que la medicina solo se preguntaba cuestiones médicas se podía solucionar poniendo algo en el trasero. Como ejemplo están los enemas de humo de tabaco que eran usados en personas que se habían ahogado para ‘revivirlas’ durante el siglo XVIII.

Pese a que no tenía beneficio médico, la práctica se volvió popular y era normal tener estos kits en casa o albercas para cuando se necesitara. En algún punto de 1800, la gente se dio cuenta de que esto no funcionaba pues el ano no estaba realmente conectado con los pulmones.

Este ‘descubrimiento’ no hizo que buscaran curar algo por esta vía y en 1890 salieron a la luz los dilatadores rectales del Dr. Young, el remedio perfecto para ¿el dolor de cabeza?.

El origen del Plug o dilatador rectal como medicina

Aunque actualmente se vea como un objeto sexual, en su origen era una herramienta médica seria y hay certeza de que fueron usados como tal. Las instrucciones explicaban al usuario a comenzar con un dilatador pequeño y poco a poco ir progresando a mayores tamaños.

Primero caliente el dilatador en agua tibia; luego lubrique el exterior del dilatador con Dr. Young's Piloment (o si no está disponible, con vaselina) y mientras está en cuclillas, o mientras está acostado de lado con las rodillas hacia arriba, inserte suavemente en el recto hasta la pestaña o el borde", decían las instrucciones.

Foto Public domain via Wikimedia Commons

Las indicaciones seguían con mantenerlo en su lugar un minutos, lo que dará pasó a que los músculos anales se cierren y retendrán el aparato. Una vez que esto suceda, siéntese o acuéstese, espere de 30 minutos a una hora para obtener los mejores resultados.

El mismísimo Dr. Young aseguraba que los pacientes entraban en pánico cuando veían el de mayor tamaño, pero él les aseguraba que moverse entre los tamaños les permitiría tomar el dilatador número 5, que tenía casi 4 centímetros de grosor.

¿Por qué el plug anal era ‘medicina’?

Por más extraño que parezca, esta teoría tenía sentido, o al menos no era algo tan alejado de la realidad. Pues se promocionaba para ayudar con la defecación, ya que ‘fortalecía y tonificaba los músculos que controlaban la defecación’. Por lo que al principio se comercializaron como una herramienta para aliviar el estreñimiento.

Con el pasar del tiempo, las afirmaciones se fueron deformando y llegaron a asegurar que ayudaba con otros males, como mejorar el sueño, aliviar el mal aliento y mal sabor de boca. También perfecto para la piel cetrina, el acné, la anemia, lasitud, la inestabilidad mental, el insomnio, la anorexia, los dolores de cabeza, la diarrea (que usted puede ver podría ser cierto si simplemente se lo deja puesto), hemorroides, prolapso, flatulencia (ver diarrea), indigestión, nerviosismo, irritabilidad y extremidades frías.

Las cosas se le fueron de las manos al Dr. Young y se vio envuelto en un caso judicial que terminó con la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos asegurando que no solo las afirmaciones carecían de sustento científico, sino que el dispositivo sería peligroso si se usaba con la frecuencias y duración prescrita, recomendada en la etiqueta.

Actualmente es más común que las parejas decidan abrirse y experimentar su sexualidad. Algunos se dedican a seguir nuevas dinámicas durante la intimidad, mientras que otros se aventuran con accesorios y artefactos. Uno de los más extraños son los dilatadores anales, mejor conocidos como plugs. Pero sabías que fueron creados por cuestiones médicas. Te contamos la historia de este peculiar artefacto.

Hay que entender que hubo un tiempo donde parecía que la medicina solo se preguntaba cuestiones médicas se podía solucionar poniendo algo en el trasero. Como ejemplo están los enemas de humo de tabaco que eran usados en personas que se habían ahogado para ‘revivirlas’ durante el siglo XVIII.

Pese a que no tenía beneficio médico, la práctica se volvió popular y era normal tener estos kits en casa o albercas para cuando se necesitara. En algún punto de 1800, la gente se dio cuenta de que esto no funcionaba pues el ano no estaba realmente conectado con los pulmones.

Este ‘descubrimiento’ no hizo que buscaran curar algo por esta vía y en 1890 salieron a la luz los dilatadores rectales del Dr. Young, el remedio perfecto para ¿el dolor de cabeza?.

El origen del Plug o dilatador rectal como medicina

Aunque actualmente se vea como un objeto sexual, en su origen era una herramienta médica seria y hay certeza de que fueron usados como tal. Las instrucciones explicaban al usuario a comenzar con un dilatador pequeño y poco a poco ir progresando a mayores tamaños.

Primero caliente el dilatador en agua tibia; luego lubrique el exterior del dilatador con Dr. Young's Piloment (o si no está disponible, con vaselina) y mientras está en cuclillas, o mientras está acostado de lado con las rodillas hacia arriba, inserte suavemente en el recto hasta la pestaña o el borde", decían las instrucciones.

Foto Public domain via Wikimedia Commons

Las indicaciones seguían con mantenerlo en su lugar un minutos, lo que dará pasó a que los músculos anales se cierren y retendrán el aparato. Una vez que esto suceda, siéntese o acuéstese, espere de 30 minutos a una hora para obtener los mejores resultados.

El mismísimo Dr. Young aseguraba que los pacientes entraban en pánico cuando veían el de mayor tamaño, pero él les aseguraba que moverse entre los tamaños les permitiría tomar el dilatador número 5, que tenía casi 4 centímetros de grosor.

¿Por qué el plug anal era ‘medicina’?

Por más extraño que parezca, esta teoría tenía sentido, o al menos no era algo tan alejado de la realidad. Pues se promocionaba para ayudar con la defecación, ya que ‘fortalecía y tonificaba los músculos que controlaban la defecación’. Por lo que al principio se comercializaron como una herramienta para aliviar el estreñimiento.

Con el pasar del tiempo, las afirmaciones se fueron deformando y llegaron a asegurar que ayudaba con otros males, como mejorar el sueño, aliviar el mal aliento y mal sabor de boca. También perfecto para la piel cetrina, el acné, la anemia, lasitud, la inestabilidad mental, el insomnio, la anorexia, los dolores de cabeza, la diarrea (que usted puede ver podría ser cierto si simplemente se lo deja puesto), hemorroides, prolapso, flatulencia (ver diarrea), indigestión, nerviosismo, irritabilidad y extremidades frías.

Las cosas se le fueron de las manos al Dr. Young y se vio envuelto en un caso judicial que terminó con la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos asegurando que no solo las afirmaciones carecían de sustento científico, sino que el dispositivo sería peligroso si se usaba con la frecuencias y duración prescrita, recomendada en la etiqueta.

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