La obesidad y sobrepeso, que afectan la salud y la economía de las personas, deben ser combatidas no solamente con dieta y ejercicio físico, sino que el tratamiento debe ser complementado con terapia psicológica, planteó la diputada Olivia Martínez Leyva en el Congreso del Estado.
Comentó que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) estas condiciones pueden derivar en diabetes, hipertensión y enfermedades cardiovasculares.
Indicó que la obesidad y el sobrepeso son padecimientos que se duplicaron desde 1970 en el país, donde más del 74% de las personas adultas mayores tienen exceso de masa corporal y en la población infantil afectan al 38.2%.
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Mientras que la diabetes y las enfermedades cardiovasculares se posicionaron en segundo y tercer lugar en la lista de principales causas de fallecimiento en el país, mismas que en muchas de las ocasiones son producidas por una vida sedentaria con obesidad y sobrepeso, según datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), dijo.
Así es como estos padecimientos derivados de una vida sedentaria afectan la calidad de vida de las personas y disminuyen la esperanza de vida, agregó la legisladora.
Además, mencionó que de acuerdo a estudios en salud mental refieren que en gran parte de los casos no sufren sobrepeso y obesidad por falta de información respecto a la buena alimentación y a los beneficios de ejercitarse, sino porque sus comportamientos emocionales y psicológicos impactan en la manera en que comen.
“Debido a esto, la terapia psicológica se ha ido introduciendo como una herramienta más para combatir la obesidad y el sobrepeso, ya que puede tratar los problemas emocionales y ayudar a los pacientes a eliminar los malos hábitos que contribuyen al aumento de peso, a través del manejo efectivo de las emociones y comportamientos que se asocian a los hábitos alimenticios”, mencionó.
Precisó que la terapia cognitivo conductual se ha identificado como una de las más benéficas para su tratamiento, ya que provee de técnicas de autocontrol que permiten identificar y controlar la conducta mediante la manipulación de antecedentes y consecuencias, con los que la conducta se relaciona funcionalmente.