El 5 de enero de 1940 se convirtió en un día histórico para el país luego de que, el entonces presidente Lázaro Cárdenas, promulgara el Reglamento Federal de Toxicomanías, el cual anulaba todos los decretos que criminalizaban la posesión, comercialización y consumo de drogas.
Tan solo un mes después, la ley entró en vigor y con ello, las personas adictas a estas sustancias empezaron a ser tratadas como enfermos y no más como criminales; no obstante, se continuaba persiguiendo el 'mercado negro' de los narcóticos.
Consecuencia de este Reglamento, de manera gradual, miles de personas encarceladas por consumo y posesión de drogas, como la marihuana, cocaína y heroína, fueron liberadas; además empezaron a establecerse dispensarios, los cuales eran surtidos por el propio gobierno.
Según estadísticas, para finales del primer trimestre de 1940, miles de consumidores ya acudían a esos sitios para comprar dosis controladas de sustancias psicoactivas con el fin de ser rehabilitados. Estas tenían precios a valor del mercado, sin mencionar que eran "de mejor calidad".
Poco a poco, el mercado ilegal se vio golpeado, pues no podían competir con los precios y el abasto ofrecido por los dispensarios.
EL ARTÍFICE
La persona señalada como el autor intelectual de la legalización fue el médico especializado en psiquiatría y neurología, Leopoldo Salazar, quien atendió el Hospital de Drogradicción de la Ciudad de México.
Salazar se dedicó al estudio y publicación de artículos científicos que cuestionaban de manera directa la legislación punitiva contra las drogas, haciendo crítica, por ejemplo, a las exageraciones sobre los efectos de la cannabis.
Además, encontró que los efectos de las drogas no estaban relacionados con el comportamiento delictivo, por lo que sugirió crear un monopolio de venta de drogas estatal, pues una guerra contra el narcotráfico no era efectiva.
LA VUELTA A LA CRIMINALIZACIÓN
A pesar del esfuerzo por despenalizar las drogas en el país, el gobierno de Estados Unidos se involucró de manera inmediata y directa contra la nueva ley en México.
Por ejemplo, la Unión Americana, con enmiendas a la Ley de Importación y Exportación de Estupefacientes, embargó toneladas de narcóticos como la cocaína y morfina, afectando directamente al país.
Además, el gobierno norteamericano se encargó de hacer lo posible por censurar a Leopoldo Salazar y sancionó a México.
Consecuencia de todo lo anterior, el proyecto se vio asfixiado en México, por lo que para la segunda mitad de 1940, precisamente en junio, se revocó el Reglamento Federal de Toxicomanías y se estableció una guerra contra las drogas que perdura hasta nuestros días.
