La famosa leyenda de ‘La Taconera’ se remonta muchos años atrás, cuando por las calles Bravo y Juárez de Saltillo, Coahuila, existía una joven mujer que vivía junto a su madre enferma y cuidaba de ella durante el día.
Según se dice, la salud de la progenitora estaba demasiado deteriorada, por lo que era necesario que su hija la atendiera constantemente, alimentándola, limpiándola y dándole sus medicinas.
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Pese a tener que cumplir con proteger a su madre diariamente, la joven también se daba tiempo para sí misma, pues cada que llegaba la noche, mientras su mamá dormía, se disponía a arreglarse con maquillaje, vestido y tacones para ir de fiesta.
Ante esto, los rumores no tardaron en empezar a sonar entre los vecinos de la ciudad, quienes noche tras noche la escuchaban taconear por el pavimento y aseguraban que salía con un amante desconocido. Así, con el tiempo, recibiría el apodo de ‘la taconera’.
Sin embargo, el gusto no le duraría mucho a la fémina, quien al cabo de unos meses, tras regresar a su casa de una salida, se percató de que su madre había muerto mientras ella se encontraba fuera.
En medio de su pérdida, la mujer adoptó un sentimiento inmenso de culpa que la orilló a provocar su suicidio, por lo que una noche salió de su hogar y se arrojó en medio de la calle para que un automóvil la arrollara y terminara con su vida.
Desde entonces, los habitantes de Saltillo cuentan que el fantasma de la taconera aún se pasea por el lugar, pues más de una persona ha escuchado sus tacones sonar por las noches y sentirse aterrorizado al notar que no hay nadie en la calle.
Asimismo, se cree que se debe ignorar el ruido del taconeo, ya que si intentas descubrir de dónde viene, podrías toparte con el espectro de la taconera y ser arrojado a la carretera para que un carro te arrolle al igual que sucedió con ella.