Tal vez la hayas visto en tu trayecto diario por las calles de La Laguna. Una escultura sin una forma distinguible, pero que destaca entre el firmamento. ¿Qué es aquel monumento cerca de plaza 4 caminos? Aunque no lo creas, se trata de una obra interactiva hecha por un lagunero como manera de rendir tributo al viento, uno de los elementos naturales más distintivos de la región.
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Historia del monumento a las ‘Tolvaneras’ de Torreón
La estatua 'interactiva', concebida en 2008 y edificada sobre una base de concreto gris, permanece imponente y en calma, esperando que las ráfagas de viento desaten su fuerza y movimiento. Con nueve metros de hoja de acero y un peso aproximado de 4.5 toneladas, esta estructura giratoria es capaz de soportar vientos de hasta 120 kilómetros por hora, gracias a la ingeniosa colaboración del escultor con un equipo de ingenieros liderado por Eduardo Salas y Arturo Salas.
Desde su inauguración, la obra ha captado la atención de los ciudadanos por su silueta "sin forma" aparente y su peculiar interacción con las fuerzas naturales. La escultura magenta, seleccionada tras rigurosos estudios de composición, armoniza perfectamente con el paisaje urbano.
Roberto Gotés, con orgullo en sus palabras, afirmó que "La Tolvanera" es una alegoría al viento, elemento equivalente al agua para el ecosistema del desierto, pues facilita la transportación de semillas y es esencial para la reproducción de la flora desértica. El artista se sintió honrado de plasmar en esta monumental obra de arte una de las características principales de la región y su gente.
El proyecto para crear "La Tolvanera" fue impulsado por un comité de la sociedad civil, liderado por la señora Nuria Farrús de Murra, quienes generosamente donaron los fondos recaudados con la venta del libro de cocina regional "Nuestras Mesas, Torreón 100 años". La iniciativa se materializó con la participación entusiasta de Roberto Gotés, convirtiéndose en un hito importante en su trayectoria en las artes plásticas.
Con esta escultura, Roberto Gotés ha dejado una huella artística no solo en Torreón, sino también en otras ciudades como el Estado de México y Phoenix, Arizona, donde sus obras públicas también han sido admiradas y reconocidas.
La obra se erige en una plazoleta situada en el cruce del bulevar Independencia y la calle Mariano López Ortiz, la cual fue acondicionada estéticamente con un nuevo pavimento, iluminación, señalización y una alfombra verde similar al pasto, que resalta y enmarca la majestuosidad de "La Tolvanera".
Con la inauguración de esta escultura, la ciudad de Torreón celebra y preserva una parte importante de su identidad cultural, rindiendo tributo al fenómeno climático que tanto caracteriza y enorgullece a sus habitantes. La presencia de "La Tolvanera" se erige como un testimonio perenne del legado artístico de la región y su vínculo con la naturaleza.
