Una de las vialidades más conocidas y emblemáticas de Torreón es la avenida Morelos, la cual es parte de la historia de la ciudad. Misma que pasó de ser un símbolo de estatus a uno de los paseos más concurridos cada fin de semana. Te contamos la historia de la Avenida Morelos de Torreón.
También te puede interesar | Soriana nació como una tienda de telas en una pequeña esquina de Torreón
¿Por qué se llama Avenida Morelos?
Hay que entender que durante la primer parte del siglo XX, vivir en aquella vialidad era una distinción de estatus social. En 1898, la entonces Villa del Torreón, ya lucia calles con casas, oficinas, locales comerciales que elevaban el estatus de la comunidad.
Por aquellos años estas calles carecían de nombre, por lo que se acordó asignarles denominaciones. Serían 12 calles y 8 avenidas, mismas que llevarían los nombres de personajes ilustres de Coahuila, la Independencia y la Reforma.
Una de ellas que arrancaba del barrio del Torreón Viejo y terminaba en la Alameda Zaragoza, se le impuso el nombre del héroe insurgente José María Morelos y Pavón.
En enero de 1923, el saltillense Nazario S. Ortiz Garza, tenía el proyecto de embellecer la ciudad. Una de sus principales obras era crear detalles de elegancia en la Morelos con la instalación de un camellón central. En aquel entonces se le dio el afrancesado nombre de ‘Boulevard Morelos’ nombre que se dejó de usar para luego quedar como el nombre actual.
Con el pasar de los años diversas mejores se hicieron presentes, como la pavimentación de esta y otras calles de la ya Ciudad de Torreón. En 1927, Nazario Ortiz volvería a la presidencia de Torreón, lo que hizo que inmediatamente retomara los proyectos que comenzó en el pasado.
Su idea era la de mejorar la belleza de la Avenida Morelos con estatuas, jarrones y una fuente al final de su trayecto en la Alameda Zaragoza. Para ello contrató los servicios del escultor de origen catalán Fernando Toriello, residente en la Ciudad de México. Llegó a Torreón en 1926.
Empresarios y familias adineradas de México y el mundo se asentaron sobre esta vialidad. El Casino Alemán y el Club de Boliche funcionaron en una casona en la esquina noroeste de esta arteria en su intersección con la calle Cepeda, finca que cayó pulverizada por el pico y la pala para construir la desaparecida sucursal del Banco de México. El hacendado Jesús Pámanes también residió en la avenida Morelos.
También cumplieron sus actividades educativas en la avenida Morelos el Colegio Modelo y el Colegio Cervantes. El primero perteneció a la maestra Elvira Vargas y el segundo fue fundado el 10 de marzo de 1940 por los profesores españoles Antonio Vigatá Simón, Pablo Farrús, Mario Aleixandre, Antonio Antolín y Ricardo Pons.
El extinto Colegio Jesús María, a principios del siglo pasado, estaba ubicado en la esquina noroeste de la multicitada arteria y la calzada Colón.
