Por muy extraño que parezca, no todos los dulces son malos para la salud, tal y como ocurre con el famoso algodón de azúcar, una golosina formada por hilos de azúcar derretida que comúnmente se sirve alrededor de un palo y que sorprendentemente fue inventada por un dentista.
Tal y como leíste antes, el algodón o nube de azúcar fue creado por el odontólogo William Morrison y el empresario John C. Wharton en el año de 1900; sin embargo, los antecedentes de este caramelo se remontan a Italia en 1400, cuando los cocineros acostumbraban derretir azúcar para formar decoraciones en postres.
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Mucho tiempo después, en 1867, Morrison y Wharton crearon una máquina que era capaz de convertir el azúcar en líquido de forma automática, misma que después se transformaba en un conjunto de hebras de diferente sabor gracias a los colorantes comestibles que se le añadían.
Bajo el nombre de Fairy Floss, en español ‘Seda de hadas’, este postre fue presentado por primera vez al público en la Feria Mundial de Francia de 1900, y más tarde en la Feria Mundial de San Luis, Estados Unidos de 1904, donde se vendía a 25 centavos de dólar.
Con el paso del tiempo, cientos de tiendas de dulces comenzarían a comprar su propia máquina de algodones y así iniciaría su comercialización por todo el mundo.
Beneficios de comer algodón de azúcar
Además de ser delicioso, el algodón es un caramelo bajo en calorías debido a que contiene menos azúcar de lo que se cree, ya que el 70 por ciento de su volumen es formado por el aire de la máquina con que se produce. Es por ello que a diferencia de otras golosinas, puede ser ingerido sin hacerte sentir culpable por romper la dieta.
Por otra parte, no hay olvidar que al igual que cualquier otro alimento se debe consumir con medida, pues comerlo en exceso también tiene como consecuencia el aumento de placa bacteriana en los dientes, razón por la que es evidente que el dentista William Morrison decidió involucrarse en su creación. ¿Lo imaginaste?