Un pescador danés se topó con un explosivo de 130 kilogramos, remanente de la Segunda Guerra Mundial, en las aguas de Langeland, desencadenando una operación controlada de detonación por parte de las fuerzas armadas danesas.
El ministro de Defensa de Dinamarca informó sobre el incidente, detallando que la detonación controlada tuvo lugar a 12.5 metros de profundidad en el Mar Báltico. Ante el hallazgo, el Ejército danés trasladó la bomba a una distancia segura de 3.2 kilómetros de la costa para su eliminación, después de recibir el aviso de un pescador que la capturó en su red.
El representante de las fuerzas armadas, Ayn Amripur, explicó que los pescadores están capacitados para manejar tales situaciones y que, al encontrar munición en sus redes, se comunican con las autoridades, dando paso a la intervención del servicio naval de desactivación de explosivos para su evaluación.
La detonación generó una columna de agua en el Mar Báltico, sin provocar daños materiales ni lesiones a personas. Este tipo de incidentes no son infrecuentes, ya que varias bombas lanzadas durante la Segunda Guerra Mundial en Dinamarca no explotaron y quedaron en tierra o en aguas tranquilas.
En la memoria colectiva de la población danesa persiste el recuerdo del bombardeo del 21 de marzo de 1945, denominado Operación Cartago, que resultó en la pérdida de vidas civiles debido a un ataque "por error" de las fuerzas británicas. Este evento ha inspirado la serie de Netflix "Una sombra en mi ojo", que narra las experiencias de los sobrevivientes frente a la detonación sobre la ciudad de Copenhague.