Algodoneros de Unión Laguna se encuentra a un paso de la gloria; iniciará en breve con la Serie del Rey tras coronarse campeón de la Zona Norte. Ya tiene un nuevo título y espera quedarse con otro más, que es el de campeón absoluto de la Liga Mexicana de Béisbol después de 33 años, mientras esto sucede, de la copa ganada en 1950 al mando de Memo Garibay, se desconoce el paradero.
El equipo profesional de béisbol de la Comarca Lagunera, en sus largos 83 años de historia solo cuenta con dos campeonatos en la Liga Mexicana; el primero lo ganó el 10 de octubre de 1942 en la ciudad de Puebla y el segundo el 9 de octubre de 1950, en Guadalajara.
Sin embargo, ambas copas que son el símbolo de esas victorias, fueron dejadas a la suerte y no se mantienen dentro de las instalaciones del club.
La primera de ellas, la del campeonato de 1942, fue rescatada por un trabajador del señor Ricardo Anaya, padre del ex alcalde de Torreón, Guillermo Anaya; la entregó al saber de la afición y amor por equipo que tenía su esposa Soledad Llamas de Anaya y la restauraron para dársela a ella como un regalo, que tuvo por 18 años (de 1985 a 2003) en la parte superior de un ropero en su recámara.
Actualmente la copa se encuentra en la Galería del Deporte Lagunero que se ubica dentro de la Unidad Deportiva de Torreón, y es una de las más importantes reliquias con las que cuenta este lugar. Es un patrimonio de alto valor histórico para el deporte lagunero.
“No sabíamos realmente dónde la encontró o cómo la rescató la señora Soledad, pero ella la mandó restaurar y la entregaron al club; luego llegó aquí como en el año 2009 que arrancamos con el proyecto”, explicó el administrador de la Galería del Deporte Lagunero, Raúl Zugasti Reyes.
Recuerda que él se sumó al proyecto en el año 2008, cuando apenas daba inicio la construcción; ya en el 2009 abrió sus puertas y fue cuando don Ramón Iriarte Maisterrena, quien era el presidente del patronato de esta galería, llevó esa copa al recinto para poder darla a conocer al público lagunero.
En ese año, Luis Dovalina Flores, también formaba parte del mismo patronato y a su vez era gerente del club Vaqueros Laguna, por lo que se considera, fue a través de él que se realizó una gestión entre la directiva del equipo y don Ramón para la cesión del trofeo.
“La señora Llamas tengo entendido que tuvo mucho tiempo ese trofeo tras haberlo encontrado y restaurarlo, pero yo creo que después de haberlo entregado a la directiva de Vaqueros, Luis Dovalina consideró que lo más adecuado era que formara parte de la galería, que estaba a cargo de don Ramón en ese tiempo y contaba con espacio dedicado al equipo profesional de béisbol de la región”, agregó.
Iriarte Maisterrerna lo entregó al museógrafo para que diseñara un espacio adecuado, a fin de que esta histórica copa pudiera ser exhibida para todos los aficionados al rey de los deportes; desde ese año a la fecha, permanece en resguardo en esa zona dedicada al equipo de la Comarca Lagunera, que cuenta además con fotografías, jerseys, firmas y un par de trofeos de la Copa Gobernador.
Pero no sólo existe la duda de cómo se extravió esa copa del primer campeonato que a suerte del club y los aficionados, pudo ser rescatada y caer en manos de una algodonera de corazón; también se desconoce el paradero de aquel trofeo que la novena guinda levantó en tierras jaliscienses en 1950, que no ha sido localizado pese a varios esfuerzos por hacerlo.
Ni rastro de la copa de 1950
Raúl Zugasti estableció contacto con varias personalidades de la época o relacionadas, con la finalidad de obtener información sobre esa copa; cuestionó a Guillermo Garibay Borrego, hijo de Memo Garibay, quien era el manager del equipo campeón, pero asegura no tener información al respecto y que su padre tampoco la tuvo en vida.
José Luis Díaz Flores Ortiz, hijo de Benjamín Díaz Flores tampoco sabe a dónde fue a parar; éste último era en esa temporada el presidente del club y desde pequeño su hijo estuvo presente en los menesteres de los Algodoneros; no recuerda haber visto después del campeonato esa copa.
“No tenemos idea, ni una pista de qué fue lo que sucedió con ese trofeo de campeonato y hemos tratado de recuperarlo, buscando, indagando con varias personas porque es un objeto de mucho valor, sobre todo sentimental e histórico para el equipo y para toda la afición de La Laguna”, comenta el también periodista deportivo.
En la actualidad el presidente del Patronato de la Galería del Deporte es Héctor Guerrero; coincide con la idea de encontrar esa pieza para poderla resguardar y exhibir, sobre todo por ser ambos campeonatos, sucesos históricos que forman parte de la historia del deporte de la región.
“En algún momento pensé que tal vez la Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma, que era propietaria del equipo, se la pudo haber llevado a Monterrey y tener exhibida ahí; investigamos y al parecer no, nunca estuvo ahí y en el Salón de la Fama de allá no está, eso sí lo pudimos constatar que no se encuentra ahí el trofeo”, apuntó.
En 1981 se va de la región el Parque Superior y el equipo; éste último se rescata y regresó en 1985 ya al Estadio Revolución: “Pero no se tenía nada en las oficinas, en ninguno de los dos. En el superior Juan Abusaid tenía su casa ahí por el lado del jardín izquierdo y estaban ahí las oficinas, pero eran simples, no se tenía nada guardado ni en exhibición; el Revolución en ese tiempo estaba igual”.
Lo cierto es que este 2023 el equipo del algodón podría ganar una tercera copa y sumarla a los logros del béisbol profesional de La Laguna y no contar con estas piezas para mostrar en una galería personal o bien, como es el caso del primer trofeo, en el recinto dedicado al deporte que tiene el Gobierno de Coahuila en la Unidad Deportiva.
