Torreón, Coahuila.- Miguel de Lara, nadador lagunero que en pasados días obtuvo con mucha anticipación su pase a los próximos Juegos Olímpicos de París 2024, compartió el gran sacrificio y esmero que tuvo que hacer desde hace algunos años para alcanzar el sueño de estar en la máxima justa deportiva mundial.
“La verdad muy feliz, muy satisfecho, más que emoción fue alivio porque ya lo habíamos intentado en dos ocasiones, primero para Río y luego para Tokio y no se nos había dado la clasificación a Juegos Olímpicos, entonces, usamos esa experiencia de haber sentido esos dos fracasos para entrenar bastante duro y conseguir la marca lo antes posible”, compartió el atleta originario de Torreón, Coahuila.
Hoy se dice fácil que ya está clasificado a las Olimpiadas, pero el proceso fue muy duro y de mucho sacrificio:
“Después de los Juegos de Tokio 2021, que me tocó verlo desde la casa en la tele, reflexioné sobre qué es lo que quería, si en verdad quería seguir haciendo esto, qué tanto lo quería, y decidí empezar de cero, decidí recalcular todo, cambiar hábitos, cambiar técnica, cambiar estrategia, pero sobre todo, hacer las horas necesarias a diario, concentrado en lo que quería hacer, en la técnica, en la estrategia que quería emplear y empezar de cero, tomar los mejores hábitos posibles, dormir bien, comer bien y entrenar como un animal todos los días”.
Para Miguel de Lara, la preparación para buscar finalmente el pase a los Juegos Olímpicos no fue nada fácil, ya que prácticamente tuvo que hacerlo en solitario, ante la lejanía de su entrenador:
“Creo que la decisión más importante que tomé después de Tokio 2021, fue entrenar a distancia con mi entrenador Sergio López, yo en ese instante no tenía visa para regresar a Estados Unidos y no pude entrenar con él de manera presencial, lo cual se hacía muy difícil, iba a depender solo de mí”.
“Entrenar solo es dificilísimo, el tener que llegar todos los días a la alberca sin tener a alguien que te está esperando, que te esté alentando porque estás cansado, porque estás agotado y tienes que encontrar la convicción y la motivación de algún lugar, para dar el máximo esfuerzo todos los días”.
A la distancia, el brillante nadador lagunero que representará a México en las Olimpiadas del 2024, prefiere no visualizar lo que pueda ocurrir en la justa:
“Me imagino muchas cosas, pero soy un poco supersticioso para decirlas, entonces, me las voy a guardar. Lo que sí les puedo asegurar, es que voy a seguir haciendo las cosas como las he estado haciendo, entrenar todos los días, dormir bien, comer bien, todo eso ha sido con la meta de mejorar mis marcas, mejorarme a mí mismo, de ser mejor yo hoy, de lo que fui ayer y creo que si sigo haciendo esto puedo seguir mejorando, estamos a más de 400 días de París y estamos a suficiente tiempo de lograr grandes cosas”.
Lamenta nulo apoyo de la CONADE
Lamentablemente para los nadadores mexicanos, desde hace tiempo el gobierno federal decidió inexplicablemente no dar ningún tipo de ayudo a los deportes acuáticos, opinando Miguel de Lara sobre el tema:
“Sabemos que la Conade suspendió los apoyos para los deportes acuáticos, lo cual es muy triste, dificulta mucho las cosas para mí y para mis compañeros, para hacer la preparación correcta para París, pero estamos buscando ayuda, apoyo, ya sea de la iniciativa privada, de otros institutos estatales, de donde podamos encontrar para sustentar nuestra preparación”.
Miguel prefiere no recordar la falta de apoyo de la federación y por ahora está orgulloso de ser un atleta que representará a su tierra lagunera a nivel mundial:
“Un orgullo ser coahuilense, el haber nacido aquí en Torreón, ahorita represento al Estado de México, en cuanto a competencias nacionales, me han apoyado bastante en esta preparación, entonces quiero agradecerles por ese apoyo, agradecer también al Acuático Nelson Vargas, que siempre ha mostrado apoyo a los nadadores de México para que podamos seguir en las competencias, a Javier Díaz, íntimo amigo que me ha ayudado de manera personal en este trayecto, a mis papás, a mi entrenador, a toda la gente que ha creído en mí”.
