/ lunes 6 de junio de 2022

Eduardo Gutiérrez del Bosque, el padre del Deporte en La Laguna

A lo largo de su vida ha practicado más de ocho deportes

Eduardo Gutiérrez de Bosque tiene 58 años de edad, pero el haber practicado más de ocho disciplinas deportivas a lo largo de cincuenta y un años, algunos lo consideran como el padre del deporte en La Laguna, comentario que le halaga, pero a la vez lo compromete.

Guayo, como le conocen todos, proviene de una familia lagunera que les inculco desde temprana edad el hacer un deporte, pues uno de sus hermanos mayores padecía de poliomelitis.

Se autocalifica como competitivo, pues asegura que el ponerse retos de ser el mejor le ha llevado de una disciplina a otra.

Se le considera un hombre determinante en el fisicoconstructivismo, deporte que practico con éxito hace 33 años, de ahí puso un gimnasio hasta tener cinco, en el que está seguro le cambio la vida a muchos laguneros, pues fomentó el deporte en todos los niveles, recreativo, intermedio y alto rendimiento.

Dice que practicó más deportes, pero donde más le metió fue en motocicilismo, automovilismo, canotaje, racquetbol, tenis de mesa, natación y fisicoculturismo.

Sus raíces en el deporte fueron cuando tenía ocho años, ingresó a la YMCA-Torreón a clases de natación, aprendió a nadar desde los cuatro años, pero a nivel de competencia, lo hizo después.

Su padre fue una pieza importante en su desarrollo como tritón, pues decidió llevarlos a diferentes competencias que se realizaban en la región y otras ciudades, cruzando la frontera con Estados Unidos, lo que le dio el toque de ser competitivos.

Dentro de la natación, en su primera etapa, comprendida entre los ocho y 15 años de edad, logró destacar en los campeonatos nacionales convocados por la Federación y la Confederación, así como en competencias a las cuales era invitado, tanto en México como en Estados Unidos.

Regresó a las albercas en el lapso comprendido entre 1994 y 1999, dentro de la categoría master, donde obtuvo varios campeonatos nacionales; se coronó además en la Copa Latina de Natación, la más importante dentro de lo que se refiere a Latinoamérica.

También participó en el Campeonato Mundial de Natación Master, realizado en 1994 en Canadá, donde se situó en el lugar 12 de la clasificación general.

Estuvo seleccionado para representar a México en el Campeonato Mundial de Marruecos, aunque una infección en el oído le obligó a regresar, viniéndose abajo una competencia para la cual había realizado una importante preparación y se tenían registros previos muy prometedores, que seguramente le hubieran permitido situarse entre los mejores del certamen.

Su última competencia como master la realizó en el Campeonato Nacional de Natación de 1999, efectuado en México, donde logró nueve medallas de oro.

Después de cumplir con su primera etapa dentro de la natación, a los 15 años, en 1980, decidió incursionar en el canotaje, deporte donde por espacio de tres años participó en más treinta competencias, ganando 28 medallas.

Representó a La Laguna por vez primera en 1981 en el Campeonato Nacional de Canotaje, realizado en la pista olímpica de Cuemanco, logrando el primer lugar en la prueba de K-1 en 500 metros, para la primera medalla de oro en un nacional que obtuvo este deporte en una fase regional.

Tras tres años activo en este deporte, decidió retirarse debido a una decepción que le provocó estar tres veces como seleccionado nacional para competencias internacionales en países como Cuba y Canadá, y tras meses de intensa preparación se quedó sin poder cumplir su ilusión por malos manejos de los entonces directivos de la Federación Mexicana de Canotaje, quienes sin mayor explicación, simplemente les decían que no había dinero disponible para el viaje.

Otra de las disciplinas donde destacó fue en el tenis de mesa, deporte que en 1983 vivió su mejor época en La Laguna bajo la promoción del Carlos Murillo, quien se echó a cuestas el desarrollo de nueve torneos, ganándolos todos el popular Guayo dentro de la categoría de Primera Fuerza.

Previo a este serial, había tomado parte en tres o cuatro torneos. A los trece años jugó su primera competencia dentro de la Primera Fuerza en la Escuela de Contaduría y Administración (ECA), siendo inscrito por su hermano Luis, apuntándose el triunfo.

En la lista figura un triunfo en el torneo intersecundarias, además de otros, que en suma representaron quince, donde el balance le fue muy favorable, ya que ganó catorce de ellos y apenas en uno se quedó con el segundo lugar.

En su etapa infantil este elemento practicaba el tenis de mesa en su casa al lado de sus hermanos y amigos, utilizando para ello una mesa que su abuelo les había fabricado especialmente para ellos.

En las vencidas, un deporte que poco auge ha logrado en la región, logró destacar al ganar dos de los tres torneos en los que participó, mismos que organizó el Tecnológico de Monterrey y un gimnasio de la localidad.

El raquetbol fue otra de las disciplinas que practicó con singular éxito en la YMCA, tomando parte en tres torneos dentro de la categoría de Primera Fuerza, ganó dos de ellos, de los cuales uno se jugó en la propia YMCA y el otro en el Club San Isidro. En su gimnasio puso una cancha, que lo llevo a ganar en la modalidad de dobles y singles.

Lo consideran el padre del deporte en La Laguna, porque en sus gimnasios han estado grandes deportistas y gracias a becas que les brindó ellos pudieron destacar en diferentes disciplinas.

Actualmente en una institución de su propiedad, le ha dado becas a niñas con grandes talentos en el balompié, surgiendo de las Leonas grandes jugadores que están en la liga profesional.

“Lo que más satisfacción me da, es que miles de laguneros los hemos puesto hacer deporte y cosas positivas, para estar en una mejor sintonía con la vida y con la gente. A los padres de familia les digo que no solo les das salud en el deporte, también les fomentas valores. A prendes a caer y a levantarte, a trabajar en equipo a ser competente, por no es lo mismo que ser competitivo. Competente es que tú quieres ser mejor, competitivo es ganarle a otro”.

Regularmente quienes son buenos deportistas son buenos alumnos, mejores personas incluso cuando se está en conflictos personales. “Todos los días nos esforzamos porque nuestros niños sean mejores en todos los sentidos”.

Actualmente quiere fomentar un deporte nuevo en nuestro país y en la laguna, donde podrán participar niños, jóvenes y adultos. “Yo quiero que la gente haga más deporte. No todos tienen que hacer futbol. En la Comarca lagunera se practican más de 50 disciplinas deportivas que les puede cambiar la vida para bién”.

Eduardo Gutiérrez de Bosque tiene 58 años de edad, pero el haber practicado más de ocho disciplinas deportivas a lo largo de cincuenta y un años, algunos lo consideran como el padre del deporte en La Laguna, comentario que le halaga, pero a la vez lo compromete.

Guayo, como le conocen todos, proviene de una familia lagunera que les inculco desde temprana edad el hacer un deporte, pues uno de sus hermanos mayores padecía de poliomelitis.

Se autocalifica como competitivo, pues asegura que el ponerse retos de ser el mejor le ha llevado de una disciplina a otra.

Se le considera un hombre determinante en el fisicoconstructivismo, deporte que practico con éxito hace 33 años, de ahí puso un gimnasio hasta tener cinco, en el que está seguro le cambio la vida a muchos laguneros, pues fomentó el deporte en todos los niveles, recreativo, intermedio y alto rendimiento.

Dice que practicó más deportes, pero donde más le metió fue en motocicilismo, automovilismo, canotaje, racquetbol, tenis de mesa, natación y fisicoculturismo.

Sus raíces en el deporte fueron cuando tenía ocho años, ingresó a la YMCA-Torreón a clases de natación, aprendió a nadar desde los cuatro años, pero a nivel de competencia, lo hizo después.

Su padre fue una pieza importante en su desarrollo como tritón, pues decidió llevarlos a diferentes competencias que se realizaban en la región y otras ciudades, cruzando la frontera con Estados Unidos, lo que le dio el toque de ser competitivos.

Dentro de la natación, en su primera etapa, comprendida entre los ocho y 15 años de edad, logró destacar en los campeonatos nacionales convocados por la Federación y la Confederación, así como en competencias a las cuales era invitado, tanto en México como en Estados Unidos.

Regresó a las albercas en el lapso comprendido entre 1994 y 1999, dentro de la categoría master, donde obtuvo varios campeonatos nacionales; se coronó además en la Copa Latina de Natación, la más importante dentro de lo que se refiere a Latinoamérica.

También participó en el Campeonato Mundial de Natación Master, realizado en 1994 en Canadá, donde se situó en el lugar 12 de la clasificación general.

Estuvo seleccionado para representar a México en el Campeonato Mundial de Marruecos, aunque una infección en el oído le obligó a regresar, viniéndose abajo una competencia para la cual había realizado una importante preparación y se tenían registros previos muy prometedores, que seguramente le hubieran permitido situarse entre los mejores del certamen.

Su última competencia como master la realizó en el Campeonato Nacional de Natación de 1999, efectuado en México, donde logró nueve medallas de oro.

Después de cumplir con su primera etapa dentro de la natación, a los 15 años, en 1980, decidió incursionar en el canotaje, deporte donde por espacio de tres años participó en más treinta competencias, ganando 28 medallas.

Representó a La Laguna por vez primera en 1981 en el Campeonato Nacional de Canotaje, realizado en la pista olímpica de Cuemanco, logrando el primer lugar en la prueba de K-1 en 500 metros, para la primera medalla de oro en un nacional que obtuvo este deporte en una fase regional.

Tras tres años activo en este deporte, decidió retirarse debido a una decepción que le provocó estar tres veces como seleccionado nacional para competencias internacionales en países como Cuba y Canadá, y tras meses de intensa preparación se quedó sin poder cumplir su ilusión por malos manejos de los entonces directivos de la Federación Mexicana de Canotaje, quienes sin mayor explicación, simplemente les decían que no había dinero disponible para el viaje.

Otra de las disciplinas donde destacó fue en el tenis de mesa, deporte que en 1983 vivió su mejor época en La Laguna bajo la promoción del Carlos Murillo, quien se echó a cuestas el desarrollo de nueve torneos, ganándolos todos el popular Guayo dentro de la categoría de Primera Fuerza.

Previo a este serial, había tomado parte en tres o cuatro torneos. A los trece años jugó su primera competencia dentro de la Primera Fuerza en la Escuela de Contaduría y Administración (ECA), siendo inscrito por su hermano Luis, apuntándose el triunfo.

En la lista figura un triunfo en el torneo intersecundarias, además de otros, que en suma representaron quince, donde el balance le fue muy favorable, ya que ganó catorce de ellos y apenas en uno se quedó con el segundo lugar.

En su etapa infantil este elemento practicaba el tenis de mesa en su casa al lado de sus hermanos y amigos, utilizando para ello una mesa que su abuelo les había fabricado especialmente para ellos.

En las vencidas, un deporte que poco auge ha logrado en la región, logró destacar al ganar dos de los tres torneos en los que participó, mismos que organizó el Tecnológico de Monterrey y un gimnasio de la localidad.

El raquetbol fue otra de las disciplinas que practicó con singular éxito en la YMCA, tomando parte en tres torneos dentro de la categoría de Primera Fuerza, ganó dos de ellos, de los cuales uno se jugó en la propia YMCA y el otro en el Club San Isidro. En su gimnasio puso una cancha, que lo llevo a ganar en la modalidad de dobles y singles.

Lo consideran el padre del deporte en La Laguna, porque en sus gimnasios han estado grandes deportistas y gracias a becas que les brindó ellos pudieron destacar en diferentes disciplinas.

Actualmente en una institución de su propiedad, le ha dado becas a niñas con grandes talentos en el balompié, surgiendo de las Leonas grandes jugadores que están en la liga profesional.

“Lo que más satisfacción me da, es que miles de laguneros los hemos puesto hacer deporte y cosas positivas, para estar en una mejor sintonía con la vida y con la gente. A los padres de familia les digo que no solo les das salud en el deporte, también les fomentas valores. A prendes a caer y a levantarte, a trabajar en equipo a ser competente, por no es lo mismo que ser competitivo. Competente es que tú quieres ser mejor, competitivo es ganarle a otro”.

Regularmente quienes son buenos deportistas son buenos alumnos, mejores personas incluso cuando se está en conflictos personales. “Todos los días nos esforzamos porque nuestros niños sean mejores en todos los sentidos”.

Actualmente quiere fomentar un deporte nuevo en nuestro país y en la laguna, donde podrán participar niños, jóvenes y adultos. “Yo quiero que la gente haga más deporte. No todos tienen que hacer futbol. En la Comarca lagunera se practican más de 50 disciplinas deportivas que les puede cambiar la vida para bién”.

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