Una mujer renovada, empoderada, fuerte y exitosa. Así se considera Cecilia Cruz Rivera, luego de haber podido dejar atrás la crítica situación que le tocó vivir como víctima de violencia emocional, económica, física y sexual, y que pudo superar gracias al respaldo que encontró en el Centro de Justicia y Empoderamiento para las Mujeres, donde reconoce haber recibido el apoyo, el acompañamiento y el ánimo necesarios para darle un nuevo sentido a su vida.
Así, ahora no sólo está ocupada en su desarrollo personal y en el bienestar de sus hijos, sino que además se da el tiempo necesario para compartir su experiencia de vida con el deseo de inspirar a otras mujeres para que, como ella, puedan salir adelante, esto a través del libro de su autoría titulado “Perdiendo me Encontré”.
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Agradecida con Dios por haber podido encontrar la fortaleza para salir adelante, no tiene ningún reparo al compartir abiertamente que fue una víctima de violencia en todos sentidos, y que después de 17 años de matrimonio decidió separarse cuando se enteró de que, encima de los abusos de los que era objeto, su pareja le era infiel. “Ahí decido yo apartarme para luchar por mi felicidad, mi paz, mi tranquilidad y la de mis hijos”.
Para ello, tuvo la fortuna de poder llegar en el año 2021 al Centro de Justicia y Empoderamiento para las Mujeres, donde encontró todo el apoyo que necesitaba para poder enfrentar un sinuoso proceso que finalmente la llevaría a librarse en definitiva de la crítica situación en la que se encontraba, algo que anteriormente ni siquiera se hubiera podido imaginar. Por vergüenza, por temor al qué dirán y especialmente por el aspecto el lado económico, creía que le resultaría imposible salir adelante y volver a empezar, pero por fortuna terminó por darse cuenta de que la realidad era otra.
Cecilia Cruz comenta que en el Centro que dirige Cristina Gómez Rivas, encontró todo el respaldo que le permitió enfrentar y resolver sus problemas, y seguir adelante para comenzar a empoderarse, mental, económica y físicamente, al grado que se animó a retomar sus estudios para concluir el bachillerato y especialmente a publicar el libro de su autoría que la ha llenado de satisfacciones.
Refiere que “Perdiendo me Encontré” es una pequeña autobiografía en la que plasma todo lo que le tocó vivir como víctima de la violencia familiar, la que padeció primero en su infancia y que luego la afectó severamente en su vida en un matrimonio que duró 17 años.
“Tenemos que cambiar el chip, tenemos que cambiar estas situaciones y obviamente ayudar a más mujeres a empoderarse, a salir adelante, al hacerles ver que sí se puede”, comenta al referirse al objetivo de su libro, cuyo contenido busca promover siempre en los distintos ámbitos en los que se desenvuelve.
“Ahora yo disfruto de muchas cosas, pero este libro es con la finalidad de poder apoyar a más mujeres que se encuentren en situaciones vulnerables, de violencia, para qué sepan qué es lo que pueden hacer. En suma, comparto mi historia y el camino a seguir para poder superar una situación como la que yo viví”, destacó.
“Yo creo que todos tenemos una historia, pero no todos la contamos, y creo que esa es la diferencia. Entonces, aquí me considero una mujer fuerte y muy valiente por haber hecho tal situación, porque no todas tenemos la oportunidad y la valentía de alzar la voz”, agrega.
Cabe señalar que el deseo de salir adelante ha llevado a Cecilia Cruz Rivera a convertirse en una mujer polifacética. Además de cumplir con sus ocupaciones laborales y las correspondientes a su entorno familiar, en el que su prioridad son sus hijos de 20, 14 y 11 años de edad, se da tiempo para practicar deporte y ejercitarse diariamente, ha buscado cultivar su gusto por la música al recibir clases de canto, y hasta ha incursionado en la actuación, esto como parte del elenco de la puesta en escena “Mujeres Rotas”, que se ha presentado ya en distintos escenarios de la región Lagunera.
Refiere que por todos los logros y satisfacciones que ha alcanzado, “yo no me canso de darle gracias a Dios, me considero una persona muy espiritual, me gusta mucho estar cerca de Dios en este contacto diario, porque ha sido mi fuerza”.
Finalmente, no duda en recomendar a quienes han sido o son víctimas de violencia en acudir al Centro de Justicia y Empoderamiento para las Mujeres. “Que no lo piensen más, que no lo duden, hay ahí muchas cosas y muchas herramientas que les van a ayudar a salir adelante, a quitarse ese chip de la vergüenza, del yo no puedo, de no soy capaz de salir adelante, o de creer que se van a morir sus hijos de hambre; Hay muchas personas que las pueden ayudar y brindar el acompañamiento necesario para tomar esa fuerza que necesitan”.
