A pesar de que a nivel global existe una notable escasez de yacimientos de litio, México es uno de los países afortunados en contar con diferentes reservas de ‘oro blanco’ que podrían asegurarlo, los estados donde este se concentra son cinco: Sonora, Zacatecas, San Luis Potosí, Baja California y Coahuila.
Según la investigación “Regulación del litio. Propuestas y comparativa internacional”, hecha por Juan Pablo Aguirre del instituto Belisario Domínguez, en Coahuila son dos las entidades que albergan los yacimientos, San Pedro y Sierra Mojada.
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Debido a la gran demanda del mineral, su precio ha ido en aumento, por lo que ahora representa numerosas ganancias para todos los países que cuenten con reservas de litio.
Mientras tanto, la regularización del litio en México aún se mantiene siendo un tema de discusión, por lo que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) hizo un llamado a los diputados y senadores para que se apruebe la iniciativa de reformar a la Ley Minera y así nacionalizar el litio.
¿QUÉ ES EL LITIO?
El litio es el metal más ligero de todos, su densidad es aproximadamente la mitad que la del agua, y cuenta con propiedades de conducción del calor y la electricidad. En su forma pura, es blando, de color blanco plata, que se oxida rápidamente en aire o agua.
Actualmente, Australia es el mayor productor de litio en todo mundo junto a las tres empresas que dominan el suministro: Ganfeng, SQM y Albermarle; a este le siguen países como Chile, China, Argentina, Brasil, Zimbabue, Portugal y Canadá.
De acuerdo con un informe de la Secretaría de Economía de México, el principal uso del litio en el país y en el mundo es en la manufactura de baterías, con el 39 por ciento; cerámica y vidrio, 30 por ciento; grasas lubricantes, 8 por ciento; polvos fundentes de fundición en continuo y producción de polímeros, 5 por ciento; tratamiento del aire, 3 por ciento; y otros usos, el 10 por ciento.