El de agosto, fue un verano muy ocupado para la bailarina lerdense Lily Frías, quien cada vez más sigue pisando fuerte en escenarios de Europa y en Estados Unidos.
En junio y julio estuvo en Andorra en Europa participando con el MUV show Cirque Du Soleil en Andorra. Donde tuvo una actuación especial con la compañía con la que ella formó y donde baila con otras dos exponentes, una de Francia y la otra de Corea del Sur. Las tres viven en la ciudad de Los Ángeles, California, donde tienen su compañía, y el Cirque Du Soleil las contactó para estar en el Show que se llama MUV en Andorra.
En junio fueron los ensayos y en julio fueron las presentaciones a diario en una arena que se construyó y donde tiene un aforo de 5 mil personas.
Para ella fue una grata experiencia, pues además de conocer nuevas personas, tuvo la oportunidad de ver a los directivos del Cirque Du Soleil, así como a coreógrafos y acróbatas que vienen de otras partes del mundo y que son contrataos para formar parte de este show.
Lily era la única bailarina mexicana, donde ella representa el estilo Hip Hop y el estilo Street Style como se le conoce en Estados Unidos. Formó parte del grupo que se presenta en todo el show, además el acto especial con el que baila con su compañía.
Es su segunda vez trabajando con el Cirque Du Solei con un acto especial que habían formado en Mónaco, solo que esta vez fue con más público, porque la primera vez fue con un público más VIP que iban a Mónaco.
PRIMERA LAGUNERA Y MEXICANA BRILLANDO A NIVEL INTERNACIONAL
Lily tuvo que dejar su tierra hace más de 10 años si quería figurar en otro plano y así lo hizo: “Yo llevo bailando fuera de casa diez años. Empecé desde muy pequeña a bailar, pero sin parar y fuera de casa como 13 años”.
Su formación empezó en la Academia de Danza de La Laguna: “Ahí fue donde realmente yo comencé a entrenar como ballet, jazz, donde me abrieron la puerta para llegar a escenarios nacionales, luego a los internacionales y poco a poco fue creciendo en otros estilos como el hip hop y estilos que tienen raíz en Estados Unidos”.
Después de la formación que tuvo en la Academia de Torreón se mudó a Monterrey, donde formó parte de una compañía que tuvo la oportunidad de audicionar en Estados Unidos para un programa en MTV. Siendo el primer grupo mexicano en presentarse allá a ese nivel.
En 2012 obtiene una visa de trabajo y cuando termina su período de permiso decide quedarse a vivir allá para alcanzar sus sueños y comenzar la carrera como bailarina profesional.
La catalogaron con sueños muy ambiciosos: “Pero cuando hago algo siempre tengo en mente que es solo un paso más para seguir sumando logros. El Cirque Du Soleil fue para mí un logro máximo”.
Pero a su regreso tenía más retos que cumplir. En Nueva York formó parte de los festejos de aniversario 130 de la revista Vogue. “Participé en un show en vivo para la pasarela que se llevó a cabo en el New York Fashion Week y este año fue especial por su aniversario de la revista”.
Llevaron a bailarines, artistas, deportistas, modelos con realce mundial, personajes como Serena Williams, Erika Badu y en el acto especial, el coreógrafo de Vogue eligió a la compañía de La Lagunera para llevarlas a la pasarela.
Fue la primera vez que tres extranjeras, ella como mexicana, presentando ese estilo en la pasarela de Vogue con personas tan reconocidas a nivel mundial.
Pero qué le falta: “hacer una película porque me parece que se romperían barreras y podríamos demostrar que mujeres bailarinas mexicanas pueden llegar a plataformas mucho más grandes. Siempre me ha gustado formar parte de acontecimientos importantes donde hay celebridades y personas famosas”.
“A los bailarines siempre nos ponen detrás de los artistas, pero me ha tocado que los bailarines son los artistas y muchas veces la gente nos va a ver a nosotros y no a la celebridad, poco a poco se están haciendo estas cosas”.
En julio también estuvo en Francia, donde su compañía formó parte de un tour importante, llegando a los teatros más importantes de este país: “Y te puedo decir que solo iban a vernos a nosotros, eso para mí es un logro importante. Porque como mujer mexicana pude pisar esos escenarios. Al final cuando te presentan y el público sabe que vienes de México reacciona de una manera sorprendente y es padre llegar a esas plataformas”.
“Para mí es muy importante decir que en México hay muchísimo talento, aunque a veces la industria del entretenimiento está creciendo mucho. Hay muchos compatriotas que están buscando un lugar fuera del país. Me da satisfacción ser la inspiración de otros para llegar a sus sueños”.
“Como fui yo a pensar que a una niña de Lerdo que le gustaba bailar pudo cumplir estos sueños. Tengo la oportunidad de enseñar, viajar por el mundo haciendo lo que yo quiero y lo que me gusta, sin importar de dónde vienes”.
LILY FRÍAS DESTACA POR EL AMOR DE SU FAMILIA
“Si te rodeas de las personas correctas y obviamente con el apoyo y el amor de mi familia se pudo lograr todos estos sueños”.
Ha tenido que sacrificar a la familia para llegar a donde está: “En el entretenimiento hay trabajo constante y evolución. El baile se mueve mucho y te toca entrenar siempre y descubrir nuevas cosas para mejorarse uno mismo. Es una carrera que lleva mucha dedicación emocional y creativa”.
Le ha pesado dejar a su padre y hermanas: “Me ha tocado perderme bodas, bautizos, nacimientos de mis sobrinos, momentos especiales para mi familia porque estoy en Europa o en Estados Unidos; sin embargo mi familia siempre me arropa y me ven desde lejos. Eso es lo padre de las redes sociales, que me pueden ver en vivo y están cerca viviendo mis logros aunque estemos lejos”.
Después del tour en Francia regresó a México y pasó todo el mes de abril con sus padres y hermanas, pues tenía tres años en los que no pudo viajar, uno de los factores principales fue la pandemia.
En casa se dejó apapachar. “Disfruté a mis hermanas, estuve en sus baby shower y haber estado en esos momentos fue muy grato. Además estuve en el cumpleaños de mi papá. Me llenó mucho para seguir luchando”.
Lily tiene dos hermanas mayores que viven la Ciudad de México, una más en Torreón y otra más en el Estado de México. Solo la menor vive con sus padres.
Invitó a las mujeres a tomar riesgos y crecer. Ella además de bailarina habla inglés y francés. Estudió Comercio Internacional en Monterrey, le faltó poco para terminar, pero o iba por sus sueños o terminaba de estudiar.
“No me arrepiento de la decisión que tomé. Tengo amigos que estudiaron conmigo en Monterrey y viven en París. Y cuando llegó allá ellos me arropan mucho y celebran que haya ido a construir mis sueños de arte en el mundo de la danza”.
