/ viernes 8 de marzo de 2024

El Espectador | ¿Los chilangos se hartaron de los dizque de izquierda?

Después de 27 años de ser gobernada por el mismo grupo político, la Ciudad de México parece estar preparada para transitar a una nueva forma de gobierno, por lo que, de las nueve entidades que cambiarán gobernante en el presente año, el resultado en la capital del país, además de en el estado de Morelos, es donde los pronósticos prefieren ser más reservados, luego de que las encuestas empiezan a apuntar a un empate técnico. Las últimas mediciones entre Clara Brugada y Santiago Taboada apuntan a una diferencia de menos de diez puntos, esto apenas a una semana de iniciada la campaña. Si bien es un hecho que las encuestas se pueden manipular y casi nadie les cree más allá de los que pagan, algo deben tener éstas de cierto para que el Presidente manifieste con enojo que la CdMx se ha “derechizado”, por culpa, según sus palabras, del bombardeo de los medios de comunicación.

El objeto del encono de López Obrador son los “hamburgueses” de la alcaldía Benito Juárez y, más específicamente, de la Colonia del Valle. Pero en Morena se tiene claro que, incluso en las demarcaciones que están administradas bajo sus colores, existen un buen grupo de colonias que tienden a la derechización, luego de un serio decremento en los niveles de seguridad y en la calidad de los servicios básicos. En casi tres décadas, la capital se ha transformado radicalmente, además de que se ha hecho más insegura. Pasamos de La Última Carcajada de la Cumbancha y el 9 como centro de avanzada de la cultura capitalina, a vivir hoy las Miches de Tepito y otras zonas marginadas de la capital que marcan las tendencias.

La disputa por la alcaldía Cuauhtémoc, gobernada por la alianza opositora pero presuntamente controlada por Ricardo Monreal, es el mejor ejemplo. Aunque en el discurso se pretenda dar por sentado que el antes poderoso zacatecano podrá hacerse del triunfo con la candidatura de su hija, Caty Monreal, ésta es una de las demarcaciones en la que se percibe un mayor voto de castigo hacia Morena. En 2021, por ejemplo, Regeneración Nacional perdió de un plumazo más de 8 mil votos. En contraste, el PAN y el PRI incrementaron su votación en el corazón de la ciudad en hasta 4 puntos porcentuales; por lo que, si bien la CdMx había sido por décadas el llamado “bastión de la izquierda”, en las elecciones intermedias los partidos de la alianza opositora se hicieron del 48 por ciento de las preferencias, sobre el 38 que obtuvieron los representantes de la autodenominada cuarta transformación.

Son números, nadie les cree, ni nosotros, sin embargo, tratan de explicar la falta de credibilidad de esta dizque izquierda de los de Morena, antes del PRD, antes de los habitantes de Coyoacán o de los estudiantes de CU. Se espera entonces que, de inicio, zonas geográficas de la alcaldía Cuauhtémoc donde se concentra la clase media, como la Colonia Juárez, la Hipódromo, Condesa, la Roma; la Tabacalera, e incluso una parte de la Colonia Doctores, apliquen el llamado voto contra el oficialismo, dando así posibilidades de triunfo al frente opositor que lleva como candidata a la activista Alessandra Rojo de la Vega, a todas luces una jovencita fresa, pero que suena a real, pues hay mayor identificación con ella, que con los que se dicen radicales de izquierda que buscan privilegios de nuevos ricos.

La propia Rojo de la Vega, a quien muy probablemente se le vea en la marcha de este viernes en conmemoración del Día de la Mujer, es además la responsable de las gestiones para sumar a las Redes Sociales Progresistas al frente opositor y, aunque el extinto partido de la exlideresa magisterial Elba Esther Gordillo perdió el registro, podría aportar a la alianza en la CdMx hasta 200 mil votos, la mayoría de estos concentrados en la Cuauhtémoc. Todo está por verse, en medio de unas elecciones en donde no le creemos a las encuestas, ni a los que se dicen pertenecer a la izquierda.

hiroshi@oem.com.mx

Después de 27 años de ser gobernada por el mismo grupo político, la Ciudad de México parece estar preparada para transitar a una nueva forma de gobierno, por lo que, de las nueve entidades que cambiarán gobernante en el presente año, el resultado en la capital del país, además de en el estado de Morelos, es donde los pronósticos prefieren ser más reservados, luego de que las encuestas empiezan a apuntar a un empate técnico. Las últimas mediciones entre Clara Brugada y Santiago Taboada apuntan a una diferencia de menos de diez puntos, esto apenas a una semana de iniciada la campaña. Si bien es un hecho que las encuestas se pueden manipular y casi nadie les cree más allá de los que pagan, algo deben tener éstas de cierto para que el Presidente manifieste con enojo que la CdMx se ha “derechizado”, por culpa, según sus palabras, del bombardeo de los medios de comunicación.

El objeto del encono de López Obrador son los “hamburgueses” de la alcaldía Benito Juárez y, más específicamente, de la Colonia del Valle. Pero en Morena se tiene claro que, incluso en las demarcaciones que están administradas bajo sus colores, existen un buen grupo de colonias que tienden a la derechización, luego de un serio decremento en los niveles de seguridad y en la calidad de los servicios básicos. En casi tres décadas, la capital se ha transformado radicalmente, además de que se ha hecho más insegura. Pasamos de La Última Carcajada de la Cumbancha y el 9 como centro de avanzada de la cultura capitalina, a vivir hoy las Miches de Tepito y otras zonas marginadas de la capital que marcan las tendencias.

La disputa por la alcaldía Cuauhtémoc, gobernada por la alianza opositora pero presuntamente controlada por Ricardo Monreal, es el mejor ejemplo. Aunque en el discurso se pretenda dar por sentado que el antes poderoso zacatecano podrá hacerse del triunfo con la candidatura de su hija, Caty Monreal, ésta es una de las demarcaciones en la que se percibe un mayor voto de castigo hacia Morena. En 2021, por ejemplo, Regeneración Nacional perdió de un plumazo más de 8 mil votos. En contraste, el PAN y el PRI incrementaron su votación en el corazón de la ciudad en hasta 4 puntos porcentuales; por lo que, si bien la CdMx había sido por décadas el llamado “bastión de la izquierda”, en las elecciones intermedias los partidos de la alianza opositora se hicieron del 48 por ciento de las preferencias, sobre el 38 que obtuvieron los representantes de la autodenominada cuarta transformación.

Son números, nadie les cree, ni nosotros, sin embargo, tratan de explicar la falta de credibilidad de esta dizque izquierda de los de Morena, antes del PRD, antes de los habitantes de Coyoacán o de los estudiantes de CU. Se espera entonces que, de inicio, zonas geográficas de la alcaldía Cuauhtémoc donde se concentra la clase media, como la Colonia Juárez, la Hipódromo, Condesa, la Roma; la Tabacalera, e incluso una parte de la Colonia Doctores, apliquen el llamado voto contra el oficialismo, dando así posibilidades de triunfo al frente opositor que lleva como candidata a la activista Alessandra Rojo de la Vega, a todas luces una jovencita fresa, pero que suena a real, pues hay mayor identificación con ella, que con los que se dicen radicales de izquierda que buscan privilegios de nuevos ricos.

La propia Rojo de la Vega, a quien muy probablemente se le vea en la marcha de este viernes en conmemoración del Día de la Mujer, es además la responsable de las gestiones para sumar a las Redes Sociales Progresistas al frente opositor y, aunque el extinto partido de la exlideresa magisterial Elba Esther Gordillo perdió el registro, podría aportar a la alianza en la CdMx hasta 200 mil votos, la mayoría de estos concentrados en la Cuauhtémoc. Todo está por verse, en medio de unas elecciones en donde no le creemos a las encuestas, ni a los que se dicen pertenecer a la izquierda.

hiroshi@oem.com.mx