Nuestra gran ciudad de Torreón, cuenta con algunos paseos que por su gran utilidad y simbolismo son considerados como “Íconos Torreonenses”, como se advertirá en el desarrollo de varias columnas, han representado un gran valor simbólico, al igual que un valor sentimental y de recuerdos familiares para gran número de torreonenses, quienes recordamos alguna etapa de nuestras vidas en gran número de los paseos públicos que fueron construyéndose para que los mismos representaran cada una de las épocas y etapas históricas que ha vivido nuestra gran ciudad.
El primer paseo público que los entonces habitantes de la “Villa del Torreón” disfrutaron fue el llamado originalmente “Plaza Principal” el cual se ubicó en la manzana número 34, la cual fue cedida por el gran personaje lagunero don Andrés Eppen, quien el once de julio del año de 1899 le dio un precio simbólico de diez pesos, correspondiéndole al entonces presidente municipal de la Villa don Francisco A. Villanueva ordenar se procediera a llenar las grandes excavaciones que en tal lugar se habían hecho para la elaboración de adobes, así como traer de valle de Allende, Chihuahua cientos de fresnos.
En el año de 1898 reelecto don Francisco A. Villanueva como presidente de la “Villa de Torreón” se procedió a la gran inauguración del primer paseo público, al cual se le impuso el nombre de “Plaza Principal”, todo lo cual aconteció el 31 de mayo de 1898, dotando a la misma de cien bancas de fierro. En el año de 1905 se procedió a la construcción de un gran kiosko acuñado de fierro forjado el cual destacaba por ser una gran construcción artística, donando la colonia alemana cuatro hermosas fuentes con figuras de querubines las cuales fueron conocidas como la sirena, el tritón, el heraldo y los querubines.
En la época de 1905 se le cambió el nombre al paseo público de referencia, designándolo como “Plaza dos de abril”, en honor a don Porfirio Díaz. En el año de 1906 se ordenó la pavimentación de las diferentes secciones de la plaza, tal y como fueron la glorieta al rededor del kiosko, pabellón laterales y corredores generales, poniéndose en servicio en el año de 1907, siendo presidente municipal don Rafael Aldape Quiroz. En la época revolucionaria se le volvió a cambiar el nombre, ahora por el de “Plaza de armas”, en honor a los revolucionarios, en el año de 1986 se instalaron réplicas de las cuatro fuentes de la plaza de armas.
Es de mencionarse que la plaza cuenta con un sabino o ahuhuete, el cual de acuerdo a la placa conmemorativa data del año de 1905. Desafortunadamente el original kiosko fue trasladado a otro lugar, perdiéndose una gran construcción que le daba un gran valor a este histórico paseo público.
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