No trabajé lo suficiente para pagar tu rescate: madre pide perdón a su hija muerta

La joven era madre de un niño de tres años; por más esfuerzos y súplicas que hizo su madre, no fueron suficientes para su liberación

Karla Cancino | El Sol de Córdoba

  · lunes 17 de diciembre de 2018

Gabriela Mar Betancourt se despidió de su hija Itzel, cuyo cuerpo fue hallado sin vida el pasado sábado en una zona limítrofe entre Naranjos y Tancoco luego de estar secuestrada durante más de un mes

Perdóname hija porque no trabajé lo suficiente para poder pagar tu rescate y te dieron muerte. Hija te amo descansa en paz, Itzel Mar

A través de su cuenta de Facebook, la propietaria de una tienda de materiales para la construcción en la zona norte de Veracruz pidió perdón a su hija “por no haber tenido suficiente dinero para pagar”, ya que los delincuentes habías pedido a la familia una gran cantidad de dinero a cambio de su libertad, cifra que no pudieron conseguir.

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“Un beso mi amor, Dios te reciba con los brazos abiertos y tu papi Ramón Mar Betancourt te ayude a llegar al Reino de los cielos”, escribió el mensaje que fue acompañado de una foto de Itzel en la que se puede observar a la joven sonriendo a la cámara.

Desde el pasado 8 de noviembre, la joven fue privada de la libertad en la colonia Las Delicias del municipio de Naranjos, cuando acudió a recoger a su hijo a la escuela; su madre, Gabriela Mar, había utilizado su cuenta de Facebook para comunicarse con “quienes provocaron esto” y pedirles que regresaran con vida a su hija.

“Deben comprender que lo que solicitan no lo tengo, si no desde el primer día lo hubiese dado, es mi única hija, cómo la voy a poner en peligro... desafortunadamente no tengo y me duele mucho no poderla rescatar, me siente impotente que todo lo que en años hemos trabajado no me alcance, perdón por no tener, por favor liberen a mi hija, ella merece vivir su vida plena”

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En sus publicaciones definía a su hija como una joven que no iba a fiestas, que hacía sus rutinas de ejercicio con mucha disciplina y que su mayor pasión era ganar fisicoculturismo y atender a su bebé, un niño de tres años.

“Por favor les suplico me comprendan. Dios les va a perdonar, algún día serán padres o madres y comprenderán que si oran a Dios él proveerá, jamás faltará en sus mesas alimentos y un trabajo que no dañe a las familias. Ruego a Dios que vean este mensaje, que confíen en Dios, él pondrá los medios para que ya no haya más secuestros y tengan un trabajo, les dé para vivir en familia y con amor”.

Sin embargo, los mensajes no tuvieron repercusión en los captores puesto que días después, el cuerpo sin vida de Itzel fue hallado el pasado sábado en un camino que comunica a las comunidades El Águila y El Bajío, muy cerca de la carretera federal Tuxpan-Tampico.

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