Torreón, Coahuila.- Organizaciones nacionales e internacionales coinciden en definir una desaparición forzada como la forma arbitraria en que una persona es privada de su libertad, en una situación de secuestro, arresto o detención; la cual se caracteriza por la anuencia o consentimiento del Estado, la participación de actores no sólo particulares, sino reconocidos como agentes del Estado.
Teresa Pérez, directora del Centro de Investigaciones para la Equidad Política, Pública y Desarrollo que da acompañamiento a la “Búsqueda Nacional en Vida por Nuestros Desaparecidos destacó que es preocupante la nula o muy limitada protección por parte de las autoridades responsables de brindar seguridad y justicia a las ciudadanas y los ciudadanos.
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Con esto, comenzó la jornada de actividades que realizará, durante más de diez días, un nutrido grupo de familiares de desaparecidos y desaparecidas provenientes de los estados de Baja California, Colima, Coahuila, Estado de México, Zacatecas, Tamaulipas, Veracruz, Guerrero, Hidalgo, Michoacán, Morelos, Querétaro y Sinaloa, y que forman parte de por lo menos diez colectivos de búsqueda que iniciaron sus actividades con una misa en la Catedral de Monterrey, la cual fue oficiada por el arzobispo Rogelio Cabrera López, quien reconoció que el único incentivo que trae caminando a estos hombres y mujeres por todo el país no es otro que el amor por sus seres queridos desaparecidos.
“Esta búsqueda no hubiera sido posible sin el apoyo de amigos solidarios a quienes les agradecemos grandemente. No omitimos mencionar que tenemos la colaboración y acompañamiento de la Comisión Estatal de Derechos Humanos”.
Para Lucy López Castruita, la Coordinadora de esta jornada de actividades, en esta Búsqueda Nacional de Vida por Nuestros Desaparecidos, Nuevo León 2022 destaca el gran esfuerzo que viene realizando cada familiar de desaparecidas y desaparecidos, a quienes les mueve la esperanza de encontrarles con vida.