Durango.- Luego que la sequía recurrente en el norte del país representa una gran preocupación para ganaderos y agricultores, en una o dos semanas se habrá de aplicar en el estado de Durango y La Laguna el programa de estimulación de lluvias.
José Luis Nava Rodríguez, representante de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) en la región lagunera, explicó que recién sostuvo una plática con el director general de la Comisión Nacional de Zonas Áridas (CONAZA), Ramón Sandoval para organizar este programa.
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Se busca como objetivo minar problemas causados por la sequía que hoy en día lastima la ganadería.
Recordó el funcionario que en la región lagunera de las 190 mil hectáreas que se siembran, 170 mil son a través de riego y se da a través de las presas y pozos profundos.
Se busca además con el programa de estímulo de lluvias, que las presas tengan una mejor captación de lluvia.
Aseguró que en 15 días llega el avión para hacer el trazo de los polígonos que se hicieron el año pasado y se beneficie a los estados de Durango, Coahuila y Zacatecas.
Pará ello se tiene el apoyo de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), quienes con una aeronave será quien libere las moléculas de yoduro de plata en las nubes para precipitar la lluvia, de ahí que en las tres entidades se espera operar de entre 20 a 25 vuelos, obviamente cuando se presenten las condiciones de nubosidad apropiadas, las cuales transportarán los reactivos para realizar la aspersión entre las nubes, y de esta manera aprovechar la temporada agrícola.
También se busca como objetivo recuperar la humedad del suelo para propiciar el crecimiento de alimento para el ganado, la siembra de cultivos de temporal y de forma colateral, generar escurrimientos hacia presas, con lo cual se beneficia a un mayor número de productores de las regiones que serán atendidas con este programa.
Admitió Nava Rodríguez que esta estimulación de lluvia ha dado buenos resultados, pues en Tamaulipas se salvaron 250 mil hectáreas de sorgo y se ayudó a combatir los incendios, de ahí que también se implementa en Nuevo León donde las presas necesitan captar agua.
