/ sábado 26 de diciembre de 2020

José Ángel, claro ejemplo de superación y perseverancia

Es un apasionado del Running en silla de ruedas desde hace 20 años  

Torreón, Coahuila.- Con su silla de ruedas ha llegado a la meta de distintas carreras, José Ángel Hernández Herrera es un claro ejemplo de superación y perseverancia. Desde hace 20 años su pasión ha sido el Running en silla de ruedas; al correr, manifestó, “siento que soy libre, que no hay obstáculos, no hay un escalón, una boya, no hay nada de eso que para los que estamos en silla de ruedas es un gran problema”.

Ángel contó que sus padres cometieron el error de no aplicarle la vacuna de la poliomielitis y a raíz de eso le dio la enfermedad en su pierna derecha. A partir de los dos años dejó de tener movilidad, por lo que sus aparatos y muletas fueron sus compañeros durante 23 años.

Para llegar a su trabajo tiene que recorrer en su silla de ruedas 5 kilómetros

Perdió a su mamá cuando él tenía seis años de edad, ante esto, su papá se fue a trabajar a Estados Unidos para poder pagar lo aparatos y operaciones que necesitaba. José Ángel comenzó a crecer en casa de su abuela paterna, donde lamentablemente se juntó con personas que no le hacían bien, pues gastaba su tiempo tomando alcohol y drogándose.

Él asegura que fue su madre quien lo sacó de ese círculo vicioso. “En una de esas que andaba drogado aluciné a una mujer con un bebé y yo digo que era mi mamá, que me decía que había estado conmigo, llevándome cargado hasta el CRI, después de ese día al otro dejé de hacer lo que estaba haciendo”.

Luego de esto, decidió entrar a trabajar, con 17 años comenzó en maquiladoras, para después entrar a la Estación de Bomberos en Torreón donde estuvo como radio operador, recibiendo los llamados de auxilio durante dos años.

El lagunero rompió su propio récord de 5 kilómetros en 17 minutos

Después, ingresó al Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) en Torreón, primero como usuario y luego como profesor de deportes, actualmente es maestro de manualidades.

Es atleta desde hace 20 años, recordó que al principio se le hacía muy complicado hacer deporte, “me invitaron a un equipo de basquet en sillas de ruedas, un amigo me prestó una silla para que me dedicara a eso; él fue mi motor, porque a él le faltaba un brazo y si yo tenía los dos cómo no iba a poder”.

Ese mismo amigo fue quien lo introdujo en la pasión por el running o atletismo en silla de ruedas; su primera carrera fue en la ciudad de Monterrey donde se trajo el primer lugar de su categoría con cinco kilómetros.

“Yo estaba encerrado en mi mundo, no sabía que había más personas, así como yo, sino que cuando llegué al DIF me di cuenta que somos muchos e incluso niños”, eso fue además una de las razones que lo inspiraron a introducirse en el mundo del deporte en silla de ruedas.

Hasta el día de hoy ha participado en 21 carreras, incluidas seis veces el Maratón Lala por puro gusto, su entrenamiento para este último, recordó, era amarrarse una llanta de carro detrás de la silla de ruedas para hacer más peso y subir un cerro por la carretera cerca del Deportivo Compresora Jabonera. Con unos ojos que se iluminan de golpe, contó que se ha traído premios de todas las carreras en las que ha participado, tanto en la ciudad como en Chihuahua, Monterrey y otros lugares de la República Mexicana.

Actualmente José Ángel es el mejor corredor en silla de ruedas de Torreón, donde existen siete personas más dedicadas a este deporte.

Explicó que hay sillas profesionales para carreras, sin embargo, él cuenta con una que fue diseñada por el mismo y hecha por un herrero, “antes no querían mi silla en las carreras porque es como si fuera una bicicleta, tiene pedales y cadena”, por lo que tenía que hablar con los organizadores para permitirle correr, ya que en la convocatoria no se especificaba qué tipo de silla, hasta que se le dio la oportunidad.

“Voy a ganar, voy a ganar y voy a ganar”, son las palabras que se repite Ángel antes de comenzar una competencia, contó que en un día de carrera se levanta a las 5 de la mañana para alistar su ropa y tener tiempo de sobra para poder conseguir un taxi que lo quiera llevar, cuando no lo consigue, se va en su misma silla hasta el lugar donde se llevará a cabo; en lugar de cansarse ve ese recorrido como calentamiento antes de salir hacia la meta.

En estos tiempos de pandemia, en una carrera virtual abrieron la categoría para personas con discapacidad, gracias a que Ángel y Andrea, su esposa estuvieron insistiendo y recordando que ellos también quieren correr.

Respecto a la inclusión en las carreras para personas con discapacidad en Torreón señaló que sí ha habido buena respuesta en los últimos años, sin embargo, los premios son algo bajos, pues recordó que lo que ganan lo utilizan para cambiarle el aceite, llantas o tornillos a sus sillas de ruedas.

Uno de sus sueños es seguir compitiendo hasta que Dios le dé fuerza, “a lo mejor si yo hubiera empezado desde joven con el deporte, uno de mis sueños sería ir a los Juegos Paraolímpicos”, comentó, es por eso que ahora quiere introducir a los jóvenes al running en silla de ruedas desde temprana edad.

“Si Dios nos puso esta prueba es porque Él sabe que podemos salir de esto, yo renegaba porque estoy así, hasta que empecé a hacer cosas buenas, me dije a mí mismo, por algo me lo puso, Él ya sabía que yo tenía que llegar al DIF y enseñar a personas con discapacidad”.

Contó que cuando ve a jóvenes en su trabajo aprovecha para enseñarles a bajar las escaleras, un escalón o la rampa en silla de ruedas, como pasarse del baño a la silla o del coche a la silla, enseñarles que no deben limitarse.

UNA VIDA CON MOVILIDAD

Su esposa, Andrea Ugarte Arellano, es su motivación diaria, ella también está en silla de ruedas: “Mi pareja y yo estamos luchando porque nos den un trabajo y queremos que otras personas lo hagan también”.

Desde hace cinco años que está casado, menciona Hernández Herrera que es una persona completamente diferente para bien, “ella me ha enseñado que hay que convivir, que hay que ser buena persona con la otra persona”.

Su silla y sus brazos de acero le permiten trabajar, salir a pasear y, sobre todo, tener movilidad; aunque, recalcó que su silla como medio de transporte a veces es un poco peligroso, hace tres años un hombre lo atropelló y huyó, Ángel estuvo en cama por largos meses.

Poco a poco ha empezado a entender su discapacidad y poder empezar cada día para salir adelante; otro de los retos que superó a lo largo de su vida fue que en su familia lo hacían a un lado, “llegaban mis tíos a casa de mi abuela, llevaban a todos mis primos al parque y yo me quedaba, no sé, yo ahora digo que quizá por mi discapacidad no querían batallar, no me querían cargar para subirme al carro o al taxi”.

Para llegar a su trabajo tiene que recorrer en su silla de ruedas 5 kilómetros, al salir de su casa debe tomar el bulevar El Tajito, donde peligrosamente va esquivando los coches, ya que al no haber banqueta va por la carretera. Luego, da vuelta en el bulevar Constitución, con precaución va dirigiéndose al poniente de la ciudad, todo en el mismo sentido que los coches hasta que se encuentra con la ciclovía y la toma para cuidarse de los vehículos.

Al día de hoy el lagunero de 43 años que había establecido su propio récord de 23 minutos sobre los 5 kilómetros ha logrado superarse y concluir con el reloj en 17 minutos.


Dato:

  • José Ángel es el mejor corredor en silla de ruedas de Torreón; desde los cinco hasta los 18 años le realizaron en total 22 operaciones.


Numeralia:

  • 20 años tiene José Ángel practicando el running.
  • 21 carreras están en el currículum del corredor lagunero, ejemplo de voluntad y perseverancia.

Torreón, Coahuila.- Con su silla de ruedas ha llegado a la meta de distintas carreras, José Ángel Hernández Herrera es un claro ejemplo de superación y perseverancia. Desde hace 20 años su pasión ha sido el Running en silla de ruedas; al correr, manifestó, “siento que soy libre, que no hay obstáculos, no hay un escalón, una boya, no hay nada de eso que para los que estamos en silla de ruedas es un gran problema”.

Ángel contó que sus padres cometieron el error de no aplicarle la vacuna de la poliomielitis y a raíz de eso le dio la enfermedad en su pierna derecha. A partir de los dos años dejó de tener movilidad, por lo que sus aparatos y muletas fueron sus compañeros durante 23 años.

Para llegar a su trabajo tiene que recorrer en su silla de ruedas 5 kilómetros

Perdió a su mamá cuando él tenía seis años de edad, ante esto, su papá se fue a trabajar a Estados Unidos para poder pagar lo aparatos y operaciones que necesitaba. José Ángel comenzó a crecer en casa de su abuela paterna, donde lamentablemente se juntó con personas que no le hacían bien, pues gastaba su tiempo tomando alcohol y drogándose.

Él asegura que fue su madre quien lo sacó de ese círculo vicioso. “En una de esas que andaba drogado aluciné a una mujer con un bebé y yo digo que era mi mamá, que me decía que había estado conmigo, llevándome cargado hasta el CRI, después de ese día al otro dejé de hacer lo que estaba haciendo”.

Luego de esto, decidió entrar a trabajar, con 17 años comenzó en maquiladoras, para después entrar a la Estación de Bomberos en Torreón donde estuvo como radio operador, recibiendo los llamados de auxilio durante dos años.

El lagunero rompió su propio récord de 5 kilómetros en 17 minutos

Después, ingresó al Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) en Torreón, primero como usuario y luego como profesor de deportes, actualmente es maestro de manualidades.

Es atleta desde hace 20 años, recordó que al principio se le hacía muy complicado hacer deporte, “me invitaron a un equipo de basquet en sillas de ruedas, un amigo me prestó una silla para que me dedicara a eso; él fue mi motor, porque a él le faltaba un brazo y si yo tenía los dos cómo no iba a poder”.

Ese mismo amigo fue quien lo introdujo en la pasión por el running o atletismo en silla de ruedas; su primera carrera fue en la ciudad de Monterrey donde se trajo el primer lugar de su categoría con cinco kilómetros.

“Yo estaba encerrado en mi mundo, no sabía que había más personas, así como yo, sino que cuando llegué al DIF me di cuenta que somos muchos e incluso niños”, eso fue además una de las razones que lo inspiraron a introducirse en el mundo del deporte en silla de ruedas.

Hasta el día de hoy ha participado en 21 carreras, incluidas seis veces el Maratón Lala por puro gusto, su entrenamiento para este último, recordó, era amarrarse una llanta de carro detrás de la silla de ruedas para hacer más peso y subir un cerro por la carretera cerca del Deportivo Compresora Jabonera. Con unos ojos que se iluminan de golpe, contó que se ha traído premios de todas las carreras en las que ha participado, tanto en la ciudad como en Chihuahua, Monterrey y otros lugares de la República Mexicana.

Actualmente José Ángel es el mejor corredor en silla de ruedas de Torreón, donde existen siete personas más dedicadas a este deporte.

Explicó que hay sillas profesionales para carreras, sin embargo, él cuenta con una que fue diseñada por el mismo y hecha por un herrero, “antes no querían mi silla en las carreras porque es como si fuera una bicicleta, tiene pedales y cadena”, por lo que tenía que hablar con los organizadores para permitirle correr, ya que en la convocatoria no se especificaba qué tipo de silla, hasta que se le dio la oportunidad.

“Voy a ganar, voy a ganar y voy a ganar”, son las palabras que se repite Ángel antes de comenzar una competencia, contó que en un día de carrera se levanta a las 5 de la mañana para alistar su ropa y tener tiempo de sobra para poder conseguir un taxi que lo quiera llevar, cuando no lo consigue, se va en su misma silla hasta el lugar donde se llevará a cabo; en lugar de cansarse ve ese recorrido como calentamiento antes de salir hacia la meta.

En estos tiempos de pandemia, en una carrera virtual abrieron la categoría para personas con discapacidad, gracias a que Ángel y Andrea, su esposa estuvieron insistiendo y recordando que ellos también quieren correr.

Respecto a la inclusión en las carreras para personas con discapacidad en Torreón señaló que sí ha habido buena respuesta en los últimos años, sin embargo, los premios son algo bajos, pues recordó que lo que ganan lo utilizan para cambiarle el aceite, llantas o tornillos a sus sillas de ruedas.

Uno de sus sueños es seguir compitiendo hasta que Dios le dé fuerza, “a lo mejor si yo hubiera empezado desde joven con el deporte, uno de mis sueños sería ir a los Juegos Paraolímpicos”, comentó, es por eso que ahora quiere introducir a los jóvenes al running en silla de ruedas desde temprana edad.

“Si Dios nos puso esta prueba es porque Él sabe que podemos salir de esto, yo renegaba porque estoy así, hasta que empecé a hacer cosas buenas, me dije a mí mismo, por algo me lo puso, Él ya sabía que yo tenía que llegar al DIF y enseñar a personas con discapacidad”.

Contó que cuando ve a jóvenes en su trabajo aprovecha para enseñarles a bajar las escaleras, un escalón o la rampa en silla de ruedas, como pasarse del baño a la silla o del coche a la silla, enseñarles que no deben limitarse.

UNA VIDA CON MOVILIDAD

Su esposa, Andrea Ugarte Arellano, es su motivación diaria, ella también está en silla de ruedas: “Mi pareja y yo estamos luchando porque nos den un trabajo y queremos que otras personas lo hagan también”.

Desde hace cinco años que está casado, menciona Hernández Herrera que es una persona completamente diferente para bien, “ella me ha enseñado que hay que convivir, que hay que ser buena persona con la otra persona”.

Su silla y sus brazos de acero le permiten trabajar, salir a pasear y, sobre todo, tener movilidad; aunque, recalcó que su silla como medio de transporte a veces es un poco peligroso, hace tres años un hombre lo atropelló y huyó, Ángel estuvo en cama por largos meses.

Poco a poco ha empezado a entender su discapacidad y poder empezar cada día para salir adelante; otro de los retos que superó a lo largo de su vida fue que en su familia lo hacían a un lado, “llegaban mis tíos a casa de mi abuela, llevaban a todos mis primos al parque y yo me quedaba, no sé, yo ahora digo que quizá por mi discapacidad no querían batallar, no me querían cargar para subirme al carro o al taxi”.

Para llegar a su trabajo tiene que recorrer en su silla de ruedas 5 kilómetros, al salir de su casa debe tomar el bulevar El Tajito, donde peligrosamente va esquivando los coches, ya que al no haber banqueta va por la carretera. Luego, da vuelta en el bulevar Constitución, con precaución va dirigiéndose al poniente de la ciudad, todo en el mismo sentido que los coches hasta que se encuentra con la ciclovía y la toma para cuidarse de los vehículos.

Al día de hoy el lagunero de 43 años que había establecido su propio récord de 23 minutos sobre los 5 kilómetros ha logrado superarse y concluir con el reloj en 17 minutos.


Dato:

  • José Ángel es el mejor corredor en silla de ruedas de Torreón; desde los cinco hasta los 18 años le realizaron en total 22 operaciones.


Numeralia:

  • 20 años tiene José Ángel practicando el running.
  • 21 carreras están en el currículum del corredor lagunero, ejemplo de voluntad y perseverancia.

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