Gómez Palacio, Durango. – En Gómez Palacio y sus alrededores, al menos por el momento no se han detectado algunas sectas satánicas, más bien se trata de grupos que de alguna manera recurren a la llamada brujería.
El padre Julio Carrillo Gaucín, vicario general de la Diócesis en este municipio, añadió que "puede ser que haya algunas prácticas de tipo individual pero no de manera colectiva y al menos la iglesia no ha identificado alguna".
Las sectas son creencias relacionadas y fenómenos sociales que incluye la veneración y admiración por Satán, mismas que se practican en cualquier rincón del mundo, sin embargo, en este municipio no se ha detectado alguna, obvio, dañinas para la ciudadanía.
Al respecto expresó el sacerdote que de ninguna manera se le puede llamar una religión, porque es una secta de tipo satánico, porque religión significa unir a Dios esencialmente, de acuerdo a la etimología.
No obstante, dijo que cada quien merece respeto y en este sentido, la religión católica está muy aparte, porque Dios es el guía de muchos y quiere lo mejor para todos.
"Pero el hecho de que uno tenga respeto por alguna ideología o alguna forma de pensar, no significa que uno les dé su aprobación ni que sean moralmente aceptadas, porque mientras se negocie con el demonio este tipo de personas caminan entre la oscuridad".
Por eso la actitud del cristianismo es rechazar las insidias, porque esa actividad lo que busca es alejarnos de Dios y por ello hay que cortar por lo sano, rechazándola, porque nadie tiene porque aceptarla y más cuando se busca hacer un mal, sostuvo.
Recordó que se calcula que este tipo de grupos satánicos aparecieron después de los años 60's y en Gómez Palacio quizá haya sólo rituales adversos a la religión católica que se practican de forma clandestina.
Son personas que viven en un mundo irreal, incluso vendiendo biblias satánicas y creen hacer todo lo que pueden para conseguir lo que quieren.
DATO
Los satánicos que existen en el mundo se dan gusto con el sexo, la bebida, la comida y las drogas para alimentar su egoísmo.