Saltillo, Coahuila.- Con el uso de la urna electrónica en los procesos electorales de los próximos 12 años, en Coahuila solo se gastarían 152 millones de pesos, en lugar de los más de 723 millones que representaría erogar si las elecciones se hacen con el modelo actual, el cual ya es obsoleto.
Esto representaría un ahorro del 78.97 por ciento, o en dinero 571 millones de pesos, además de la armonía que se tendría con el medio ambiente al dejar de usar papel y otros artículos no renovables en estas jornadas.
Gabriela de León Farías, presidenta del Instituto Electoral de Coahuila (IEC), precisó que presentará una iniciativa ante el Congreso del Estado donde se propone adicionar un párrafo del Artículo 215 del Código Electoral local, donde se establezca que la votación podrá recibirse por medios electrónicos, digitales o magnéticos.
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Destacó que esto se hace en respuesta a las peticiones hechas al respecto por diversos partidos políticos y ciudadanos en general, que reclaman que se hagan los procesos electorales más baratos y eficientes, así como con modelos más amigables con el medio ambiente.
“No vamos a buscar que sea por internet ni por celular, sino por medio de la urna electrónica que es el sistema más avanzado en el país, que además tiene muchas ventajas al no haber errores en el escrutinio y cómputo desde la casilla, además de que agiliza la votación, da certeza y transparencia”, abundó.
BENEFICIO AMBIENTAL
De aprobarse la urna electrónica se dejarían de usar 43 mil 600 kilos de papel y plástico, lo que correspondería, en el caso del papel, a dejar de talar 645 árboles adultos.
Esta cantidad de papel y plástico corresponde a la documentación electoral. Como son boletas, actas, formatos, recibos y bolsas para resguardo de los mismos.
Además, al dejarse de usar estos productos, se puede prescindir de aproximadamente 96 barriles de petróleo, 121.6 metros cúbicos de relleno sanitario y se dejarían de usar más de un millón 277 mil litros de agua, cantidades e insumos necesarios para algunos métodos utilizados para el proceso de destrucción de papel y plástico.