La tecnología ha progresado a gran velocidad, por lo que a estas alturas ya debemos estar adaptados a su uso. Sin embargo, esto también ha provocado que se abran las puertas a nuevos mundos cibernéticos en el que podemos ser engañados, teniendo en cuenta que el ciberespacio es sinónimo de información personal.
La Asociación de Bancos de México (ABM), recientemente advirtió que los ciberataques motivados por fraude financiero están en incremento. Hoy en día existen al menos tres modelos de ataque cibernético con los que un delincuente se puede apoderar de tus datos y robarte dinero, los enlistamos a continuación.
¿CUÁLES SON LOS ATAQUES MÁS COMUNES DE INTERNET?
MALWARE
También se le conoce como 'virus informático', son programas que se descargan automáticamente en tu dispositivo al momento de dar click a promociones y ofertas que resultan ser falsas. Se diseñan para distintas cosas, pero suelen dañar tu aparato y robarte información.
PHISING
Tienen el mismo objetivo: obtener todos tus datos personales. Por lo general, llegan a tu correo en forma de mensaje buscando que tú mismo les brindes información.
USURPACIÓN DE IDENTIDAD
Puede ser fácil usurpar tu identidad en redes sociales. Cualquiera que tenga los datos necesarios puede hacerse pasar por ti o por alguien que conoces. Los delincuentes pueden acceder a redes comerciales en la web con un perfil falso, y estafarte ofreciéndote productos y servicios que nunca recibirás.
¿CÓMO EVITAR SER VÍCTIMA DE ALGÚN FRAUDE DIGITAL?
Nadie en internet está exento de riesgo. Tus datos pueden ser robados para suplantar tu identidad y pueden hackear tus redes sociales o tu cuenta bancaria.
Se recomienda que verifiques tu número de teléfono y tu cuenta de WhatsApp activando la verificación en dos pasos, lo mismo puedes hacer con todas tus redes sociales.
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros recomienda verificar que los sitios web tengan activado el protocolo de seguridad "https://", además de proteger tus contraseñas y renovarlas constantemente.
Para finalizar, consulta frecuentemente tu historial crediticio y asegúrate de que no haya créditos que no solicitaste.