Estudiosos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, encontraron que el virus mortal llamado Chapare puede contagiarse de persona a persona, lo que causa preocupación ante posibles futuros brotes.
El mencionado virus debe su nombre a la provincia boliviana donde se registró por vez primera en el año 2004. Hasta el momento, los expertos solo sabían que el virus se transmite directamente tras tener contacto con la orina o excremento de las ratas.
No obstante, se ahondó en la investigación de un pequeño brote el año anterior, cuando cinco se infectaron y tres fallecieron. Dicha línea de transmisión inició con un agricultor de arroz de 65 años que posteriormente contagió a los médicos que lo atendieron, el primero de ellos a los nueve días.
A ese mismo médico que enfermó de gravedad, se le practicó una endoscopía, a cargo de un colega gastroenterólogo que también se contagió. Cada uno de ellos perdió la vida.
También, un técnico de ambulancia que realizó reanimación cardiopulmonar al primer agricultor, así como un compañero jornalero, se infectaron. Sin embargo, ambos pudieron sobrevivir.
Hasta el momento no hay un tratamiento específico para las afecciones de el Chapare, que, al igual que el ébola, puede casar fiebre, dolor de cabeza, malestar en los abdominales, sarpullido, insuficiencia orgánica y hemorragias mortales.
En la actualidad se sabe que los roedores que transmiten el arenavirus son ratas de arroz pigmea que habitan Bolivia y otros países cercanos.
Afortunadamente, esta clase de virus es vulnerable al calor y los desinfectantes, por lo que se cree que una propagación global es poco probable.
Cabe la posibilidad de que el Chapare haya ya circulado en los últimos años por Sudamérica; sin embargo que los contagios hayan sido diagnosticados equívocamente como dengue u otra enfermedad.
Con información de RT