/ viernes 16 de julio de 2021

Saltillo

El Apóstol Jacobo, ahora conocido como Santiago, es recordado por su cercanía con Jesús; este lo acompañó en la transfiguración y en la oración del huerto de los olivos. Por su carácter y pasión, el galileo le tomó un afecto especial y le asignó el sobrenombre de “el hijo del trueno”. Cuenta la tradición que sus restos fueron a dar hasta la lejana Galicia, en donde su tumba se convirtió en un lugar importante de peregrinación, para la cristiandad.

En 1577, de acuerdo con la historia oficial, se fundó Saltillo. Lo que si es cierto, es que hace muchos años, los conquistadores incursionaron en lo que hoy es su territorio. Era tierra llana hacia el noroeste, y para muchas de las futuras expediciones hacia el norte, significó sin lugar a dudas, un lugar de resguardo, antes de adentrarse en los inmensos territorios ignotos. Años después, llegarían colonizadores tlaxcaltecas y conformarían una nueva villa, a la que denominaron San Esteban de la Nueva Tlaxcala.

La pasión del Apóstol Santiago trascendió a la muerte de Jesús y tuvo varias consecuencias: la primera, fue que el rey Herodes lo decapitó, y la segunda, es que varios siglos después, se convirtió en el patrono de los ejércitos españoles, particularmente de la caballería. Al santo, ahora vestido de peregrino, se le dio a conocer montado y armado en las batallas que libraban los ibéricos contra los moros. La cosa no quedó ahí, el amigo de Jesús viajó con todo y conquistadores al continente americano y siguió dando de sablazos a diestra y siniestra, solo cambió de objetivo y en lugar de arremeter contra los hijos de Alá, emprendió en contra de los pobladores de la tierra conquistada.

Hoy Saltillo tiene cerca de un millón de habitantes y es el centro de una de las regiones industriales más importantes del país. Mediciones de organismos especializados la ubican en una posición privilegiada en materia de competitividad, calidad de vida y seguridad. No obstante, su liderazgo en la producción automotriz, la ciudad conserva la magia que llevó al pintor norteamericano Edward Hopper a vivir en ella durante tres temporadas; el paso del artista quedó plasmado en varios lienzos, que hoy se exhiben en importantes museos del mundo.

Santiago “matamoros”, o “mataindios” según conviniera, se le hizo participar en muchas batallas; igual en Centla, Tabasco, en el Templo Mayor o en Querétaro. A este santo, para el cual aquello de poner la otra mejilla no era exactamente lo mejor, muchas poblaciones de América deben su nombre; es patrono de Saltillo y su Catedral está dedicada a él. El próximo 25 de julio se conmemora la fundación de la ciudad; no sabemos si ese día en realidad pasó tan importante suceso, pero se aprovecha la fiesta del “hijo del trueno”, para festejar su aniversario.

Esta es mi primera colaboración en la cadena periodística más importante de México, y pude haber escrito de algún otro tema pero no encontré uno mejor, que la ciudad que me vio nacer. Felicito a mis paisanos y en particular al Gobernador Miguel Riquelme, y al alcalde Manolo Jiménez, por el desarrollo y buena marcha que tiene nuestra insigne ciudad de Saltillo, conocida en todo México como “La Atenas del norte”.

El Apóstol Jacobo, ahora conocido como Santiago, es recordado por su cercanía con Jesús; este lo acompañó en la transfiguración y en la oración del huerto de los olivos. Por su carácter y pasión, el galileo le tomó un afecto especial y le asignó el sobrenombre de “el hijo del trueno”. Cuenta la tradición que sus restos fueron a dar hasta la lejana Galicia, en donde su tumba se convirtió en un lugar importante de peregrinación, para la cristiandad.

En 1577, de acuerdo con la historia oficial, se fundó Saltillo. Lo que si es cierto, es que hace muchos años, los conquistadores incursionaron en lo que hoy es su territorio. Era tierra llana hacia el noroeste, y para muchas de las futuras expediciones hacia el norte, significó sin lugar a dudas, un lugar de resguardo, antes de adentrarse en los inmensos territorios ignotos. Años después, llegarían colonizadores tlaxcaltecas y conformarían una nueva villa, a la que denominaron San Esteban de la Nueva Tlaxcala.

La pasión del Apóstol Santiago trascendió a la muerte de Jesús y tuvo varias consecuencias: la primera, fue que el rey Herodes lo decapitó, y la segunda, es que varios siglos después, se convirtió en el patrono de los ejércitos españoles, particularmente de la caballería. Al santo, ahora vestido de peregrino, se le dio a conocer montado y armado en las batallas que libraban los ibéricos contra los moros. La cosa no quedó ahí, el amigo de Jesús viajó con todo y conquistadores al continente americano y siguió dando de sablazos a diestra y siniestra, solo cambió de objetivo y en lugar de arremeter contra los hijos de Alá, emprendió en contra de los pobladores de la tierra conquistada.

Hoy Saltillo tiene cerca de un millón de habitantes y es el centro de una de las regiones industriales más importantes del país. Mediciones de organismos especializados la ubican en una posición privilegiada en materia de competitividad, calidad de vida y seguridad. No obstante, su liderazgo en la producción automotriz, la ciudad conserva la magia que llevó al pintor norteamericano Edward Hopper a vivir en ella durante tres temporadas; el paso del artista quedó plasmado en varios lienzos, que hoy se exhiben en importantes museos del mundo.

Santiago “matamoros”, o “mataindios” según conviniera, se le hizo participar en muchas batallas; igual en Centla, Tabasco, en el Templo Mayor o en Querétaro. A este santo, para el cual aquello de poner la otra mejilla no era exactamente lo mejor, muchas poblaciones de América deben su nombre; es patrono de Saltillo y su Catedral está dedicada a él. El próximo 25 de julio se conmemora la fundación de la ciudad; no sabemos si ese día en realidad pasó tan importante suceso, pero se aprovecha la fiesta del “hijo del trueno”, para festejar su aniversario.

Esta es mi primera colaboración en la cadena periodística más importante de México, y pude haber escrito de algún otro tema pero no encontré uno mejor, que la ciudad que me vio nacer. Felicito a mis paisanos y en particular al Gobernador Miguel Riquelme, y al alcalde Manolo Jiménez, por el desarrollo y buena marcha que tiene nuestra insigne ciudad de Saltillo, conocida en todo México como “La Atenas del norte”.