/ domingo 14 de agosto de 2022

Los Illuminatis

Es una de las sociedades secretas de las que más se ha escrito desde su creación, hace cerca de 250 años. Me refiero a los Illuminati, la sociedad real, no la ficticia, de la que también se ha escrito demasiado, alimentando las “teorías de la conspiración durante años, con personas que afirman que es una organización mundial secreta y misteriosa cuya intención es dominar el mundo”.

En la actualidad mucha gente sigue creyendo en la existencia de un grupo que fue extinguido hace más de doscientos años. Y es que, con la llegada del Internet y la irrupción de las redes sociales, esta y otras teorías sobre los iluminados han ganado popularidad en redes sociales como YouTube.

Tanto así que “George W. Bush y Barack Obama, o magnates como el multimillonario George Soros, han sido acusados de formar parte de esta organización, con la que se ha llegado a vincular al papa Francisco y la reina Isabel II de Inglaterra”, señala Jaime González en un texto publicado por la BBC Mundo.

Lo cierto es que los Illuminatis reales sí existieron en el pasado. Fue una Orden formada por el jesuita judío Adam Weishaupt en 1776 en Baviera. De acuerdo con Claudio Soler, los rosacruces “conspiraron para que la Orden de los Illuminati fuera prohibida, sus miembros perseguidos y que a la sazón contribuyeron a crear una leyenda negra a su alrededor”, narra en su libro Los Illuminati y el control mundial: Tras los pasos de la sociedad secreta. (Robinbook, 2022).

Los estudiosos del tema afirman que su primera reunión tuvo lugar el 1 de mayo de 1776, en un bosque cerca de Ingolstadt, donde cinco de sus primeros integrantes (Weishaupt y cuatro de sus estudiantes) “establecieron las reglas que regirían la orden secreta”.

Con el paso del tiempo, los Iluminados se dedicaron a “influir en las decisiones políticas y alterar instituciones como la monarquía y la Iglesia”.

El fundador de los Iluminados “sostenía que la Iglesia católica y todas las monarquías europeas debían ser derrocadas para establecer un Nuevo Orden Mundial”. En 1773, el papa Clemente XIV prohibió la Orden de los Illuminati, y un año después, concretamente el 22 de septiembre de 1774, el máximo jerarca del catolicismo murió víctima de un insufrible dolor en el vientre. Algunos autores se atreven a asegurar que el máximo jerarca del catolicismo fue envenenado, y que las razones son desconocidas hasta ahora.

Respecto al crecimiento de los Iluminados, Isabel Hernández señala que “la Orden de Weishaupt experimentó un notable crecimiento, pese a su secretismo; se calcula que en 1782 tenía ya 600 miembros. Entre ellos se contaban personajes relevantes de la vida pública de Baviera, como el barón Adolph von Knigge o el banquero Meyer Amschel Rothschild, quien la financió generosamente”, señala un texto de National Geographic (2020).

Sobre el fuego amigo al interior de la sociedad, el autor antes mencionado señala que Joseph Utzschneider envió una carta a la gran duquesa de Baviera para revelarle las actividades de la Orden en los siguientes términos:

“Las acusaciones que se vertían en ese documento eran terribles y en buena parte imaginarias: los Iluminados, según Utzschneider, sostenían que la vida debía regirse por la pasión más que por la razón, que el suicidio era lícito, que se podía envenenar a los enemigos y que la religión era un absurdo y el patriotismo una puerilidad. También sugería que los Iluminados conspiraban a favor de Austria”.

Un texto de BBC Mundo nos dice que “en 1784, Karl Theodor, duque de Baviera, prohibió la creación de cualquier tipo de sociedad no autorizada previamente por la ley y al año siguiente aprobó un segundo edicto, que prohibía expresamente a los Illuminati”.

Lo cierto es que en Internet seguirán apareciendo bulos que afirman, sin ningún fundamento, que hoy por hoy la Orden extinta está detrás de todos los eventos importantes de los últimos tiempos: guerras mundiales, el 11-S o la llegada a la Luna, entre otros.

Twitter: @armayacastro

Es una de las sociedades secretas de las que más se ha escrito desde su creación, hace cerca de 250 años. Me refiero a los Illuminati, la sociedad real, no la ficticia, de la que también se ha escrito demasiado, alimentando las “teorías de la conspiración durante años, con personas que afirman que es una organización mundial secreta y misteriosa cuya intención es dominar el mundo”.

En la actualidad mucha gente sigue creyendo en la existencia de un grupo que fue extinguido hace más de doscientos años. Y es que, con la llegada del Internet y la irrupción de las redes sociales, esta y otras teorías sobre los iluminados han ganado popularidad en redes sociales como YouTube.

Tanto así que “George W. Bush y Barack Obama, o magnates como el multimillonario George Soros, han sido acusados de formar parte de esta organización, con la que se ha llegado a vincular al papa Francisco y la reina Isabel II de Inglaterra”, señala Jaime González en un texto publicado por la BBC Mundo.

Lo cierto es que los Illuminatis reales sí existieron en el pasado. Fue una Orden formada por el jesuita judío Adam Weishaupt en 1776 en Baviera. De acuerdo con Claudio Soler, los rosacruces “conspiraron para que la Orden de los Illuminati fuera prohibida, sus miembros perseguidos y que a la sazón contribuyeron a crear una leyenda negra a su alrededor”, narra en su libro Los Illuminati y el control mundial: Tras los pasos de la sociedad secreta. (Robinbook, 2022).

Los estudiosos del tema afirman que su primera reunión tuvo lugar el 1 de mayo de 1776, en un bosque cerca de Ingolstadt, donde cinco de sus primeros integrantes (Weishaupt y cuatro de sus estudiantes) “establecieron las reglas que regirían la orden secreta”.

Con el paso del tiempo, los Iluminados se dedicaron a “influir en las decisiones políticas y alterar instituciones como la monarquía y la Iglesia”.

El fundador de los Iluminados “sostenía que la Iglesia católica y todas las monarquías europeas debían ser derrocadas para establecer un Nuevo Orden Mundial”. En 1773, el papa Clemente XIV prohibió la Orden de los Illuminati, y un año después, concretamente el 22 de septiembre de 1774, el máximo jerarca del catolicismo murió víctima de un insufrible dolor en el vientre. Algunos autores se atreven a asegurar que el máximo jerarca del catolicismo fue envenenado, y que las razones son desconocidas hasta ahora.

Respecto al crecimiento de los Iluminados, Isabel Hernández señala que “la Orden de Weishaupt experimentó un notable crecimiento, pese a su secretismo; se calcula que en 1782 tenía ya 600 miembros. Entre ellos se contaban personajes relevantes de la vida pública de Baviera, como el barón Adolph von Knigge o el banquero Meyer Amschel Rothschild, quien la financió generosamente”, señala un texto de National Geographic (2020).

Sobre el fuego amigo al interior de la sociedad, el autor antes mencionado señala que Joseph Utzschneider envió una carta a la gran duquesa de Baviera para revelarle las actividades de la Orden en los siguientes términos:

“Las acusaciones que se vertían en ese documento eran terribles y en buena parte imaginarias: los Iluminados, según Utzschneider, sostenían que la vida debía regirse por la pasión más que por la razón, que el suicidio era lícito, que se podía envenenar a los enemigos y que la religión era un absurdo y el patriotismo una puerilidad. También sugería que los Iluminados conspiraban a favor de Austria”.

Un texto de BBC Mundo nos dice que “en 1784, Karl Theodor, duque de Baviera, prohibió la creación de cualquier tipo de sociedad no autorizada previamente por la ley y al año siguiente aprobó un segundo edicto, que prohibía expresamente a los Illuminati”.

Lo cierto es que en Internet seguirán apareciendo bulos que afirman, sin ningún fundamento, que hoy por hoy la Orden extinta está detrás de todos los eventos importantes de los últimos tiempos: guerras mundiales, el 11-S o la llegada a la Luna, entre otros.

Twitter: @armayacastro